En el Consejo Popular Onelio Hernández, de la ciudad de Ciego de Ávila, Roger Machado calza nuevos “arreos”, pero con pretensiones diferentes: producir alimentos para la comunidad donde reside.
Boquiabiertos deja a la mayoría de quienes lo ven en este sitio que viste ahora de vegetales, y que ya está preparado para hacerlo también de frutales y para que allí se corone la caña de azúcar.
• Mensaje desde Ciego de Ávila: Cultivar tu pedacito.
Más asombrados dejaría a muchos saber que hasta hace unos dos meses el lugar estaba lleno de marabú y malas hierbas. También era aprovechado como un microvertedero por personas inconscientes para depositar en esa esquina escombros y desechos sólidos.
Hoy, gracias al empeño de un grupo de vecinos, asemeja un hermoso jardín.
Roger Machado nos cuenta cómo comenzó esta singular historia: “Un día veo que el doctor Fernando Valdivia estaba con un machete cortando parte de la maleza porque no podía pasar con la bicicleta por la acera y entonces nos dimos a la tarea de limpiarlo.
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“Mi idea era sembrarlo de calabaza y melón para que no salieran más hierbas. Entonces Jorge Luis Fajardo Álvarez, presidente del CDR, me sugirió hacer algunos canteros. Y ahí empezó todo.”
Con la colaboración de la dirección de la Agricultura Urbana en la provincia, que aportó tierra y semillas, el embullo fue creciendo y cada jornada entre 10 y 12 vecinos aúnan esfuerzos, en el horario que pueden, para sacarle frutos a la tierra.
• Ciego de Ávila: El magisterio de hacer parir la tierra.
Roger es el líder de este proyecto, que cobró vida bajo el nombre de Organopónico El Almendro, por las matas que lo custodian. “Ya hemos comido lechuga y acelga cosechadas por nosotros. El objetivo principal es contribuir a la alimentación de la familia y también de los vecinos, que muchos son médicos que realizan una titánica labor en estos tiempos.”
En El Almendro hay sembrado ahora tomate, ají, berenjena, cebolla blanca, pepino, acelga, lechuga, calabaza, maíz, plátano, frutabomba, ají cachucha, cebollino, ajo porro y caña de azúcar.
Todo el abono que se emplea en El Almendro es orgánico
Uno de los canteros está destinado para plantas medicinales: ya crecen en él plantas de tilo, sábila, meprobamato, orégano y anís de España, entre otras.
Fajardo Álvarez hace dos años que es el presidente del CDR número 10 de la Zona 168, en el Consejo Popular Onelio Hernández. Rememora cómo tuvieron que botar más de 60 carretillas de escombros y desechos sólidos. “A partir de la idea inicial de Roger, descubrimos que era un lugar que contaba con agua, que es muy escasa por esta zona.
• Frutos de la tierra: herencia familiar que prolonga Omaida.
“Raymundo y Raudel, hermanos de Roger, trajeron palos y alambre, y en dos días nos ayudaron a levantar la cerca. Tenemos varias herramientas, entre estas cinco guatacas, dos machetes, un pico, una carretilla, un rastrillo y dos palas.”
Ni cortos ni perezosos, no se duermen en los laureles. En los próximos días quieren plantar más calabaza y maíz, y aspiran a acometer la siembra de habichuela y de boniato. La Agricultura Urbana los va a ayudar con semillas de remolacha, zanahoria y lechuga de primavera.
El propósito no es comercializar estos productos agrícolas, pero sí quieren, en la medida que sea posible, contribuir a la dieta de las casas de abuelos, el hogar de niños sin amparo familiar y otras instituciones.
“Si todo el que tiene un terreno disponible para plantar lo hiciera, aunque sea pequeño, contribuiría más a la alimentación de su familia, amistades y vecinos, y cumpliría con la petición de nuestro Presidente de cosechar viandas y vegetales”, asegura Roger.
No solo impresiona el señorío logrado en el vergel. Detrás del edificio E-6, todo está sembrado también y, además de plantas medicinales, ya crecen una mata de guayaba y una de aguacate.
Hermoso y productivo lo logrado en un lugar donde el esfuerzo de los vecinos logró transformar la desidia en acción que se ve premiada con un huerto que reconforta la vista y el espíritu.