La provincia de Ciego de Ávila exhibe avances significativos en la gestión ambiental, responsable de los recursos naturales y de su desarrollo socio económico.
Al designar al territorio como sede nacional de las actividades por el Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio próximo, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) reconoció los resultados en la implementación del Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida).
Fueron valoradas las acciones desde el año 2017 hasta la fecha y la capacidad para avanzar en el último bienio, a pesar de las limitaciones impuestas por la crisis multidimensional causada por la COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo estadounidense contra Cuba.
Rafael Pérez Carmenate, delegado territorial del Citma, explicó que en sus inicios la Tarea Vida concibió tres lugares de interés (archipiélago Jardines del Rey y los litorales norte y sur), sin embargo, la necesidad de desarrollar labores de mitigación y adaptación en toda la provincia conllevó a que se generalizara.
Puntualizó que en los diez municipios avanzan las labores de reforestación, con una ligera tendencia al incremento del índice de boscosidad, considerando que en Ciego de Ávila la agricultura constituye uno de los renglones económicos fundamentales.
Se desarrollan fuentes renovables de energía para disminuir la contaminación ambiental, incluida la instalación de sistemas solares fotovoltaicos y la construcción de biodigestores para la conversión de desechos de animales en biogás, explicó.
Pérez Carmenate subrayó la recuperación de 10.4 kilómetros de playas en el destino Jardines del Rey, mediante el vertimiento de un millón 51 787 metros cúbicos de arena que permitieron ensanchar esos balnearios un promedio de 50 metros, además de reducir la vulnerabilidad del sector costero ante eventos hidrometeorológicos extremos y los impactos del cambio climático.
En esos ecosistemas, la eliminación de especies exóticas invasoras y el establecimiento de plantas nativas, contribuyeron a la rehabilitación de las dunas y al incremento de la calidad del turismo de sol y playa, al contener la erosión y favorecer la biodiversidad.
La siembra de plantas como el denominado arroz de playa, con raíces risumatosas que propician la acumulación y retención de arena, consolida las estructuras monticulares, de manera que se reducen los efectos del oleaje y el viento, y la erosión inducida por factores antropogénicos.
El directivo aludió, además, a la recuperación de los diques de Chicola y Estero-Socorro, que facilitan el intercambio entre aguas pluviales y marinas, proceso favorable para la regeneración natural de manglares y la recuperación de la biomasa pesquera, esto último con impacto directo en la alimentación del pueblo.
La efectividad en la regulación y recarga del manto subterráneo a través del manejo de diques, asegura el abasto del líquido vital para la población y la agricultura, y un significativo aporte al Gran Humedal del Norte y a las bahías de Los Perros y Jigüey, donde disminuye la salinidad y se recuperan los ecosistemas.
Es apreciable el impacto social de la Tarea Vida al edificarse 147 viviendas ―distribuidas de manera equitativa entre los poblados costeros de Punta Alegre y Júcaro― para la reubicación de familias en lugares seguros, ante la amenaza que representan la elevación del nivel medio del mar y las penetraciones costeras en casos de eventos hidrometeorológicos extremos.
Entre los resultados del período también se inscriben la terminación de obras para minimizar los efectos de la sequía en la porción sur avileña, y la instalación de sistemas de riego eficientes que disminuyen el consumo de agua y aumentan los rendimientos en los cultivos.
No obstante, continúa la realización de estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgos de desastres, con la finalidad de promover acciones que contribuyan a reducir las secuelas del cambio climático asociadas a la proliferación de plagas e inundaciones por intensas lluvias.
El delegado territorial del Citma en Ciego de Ávila denunció que el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba constituye el principal impedimento para avanzar en la implementación de la Tarea Vida.
Esa política hostil limita el acceso a bancos multilaterales, financiamiento de proyectos externos y equipamientos con un componente estadounidense superior al 10 por ciento; dificulta las inversiones y la adquisición de tecnología de avanzada para mitigar y lograr mayor adaptación a los efectos del cambio climático, expuso.
En esas circunstancias reconoció el apoyo de los proyectos internacionales Conectando Paisajes, Resiliencia Costera y Mi Costa en la creación de capacidades humanas y materiales que posibilitan el cumplimiento de las metas propuestas para los años 2030, 2050 y 2100.