Era aproximadamente el 2011 cuando, a mitad del onceno grado, deslicé por vez primera mis dedos sobre un teléfono de pantalla táctil. No era mío, de hecho, fue un lustro después cuando me hice del primer celular, ¡y de teclas! Su dueño era Alejandro, un compañero de aula cuyos lujos eran superiores a la media del resto, y muy por encima de los míos.
Y aunque tuviese un smartphone de último modelo, en aquel entonces solo hubiese podido limitarme a tomar fotos y videos, jugar o escuchar la música de mi preferencia que pudiera copiar, probablemente, unos meses después de ser lanzada al mercado.
Hoy, aunque ya uso Android hace unos años y me apasione la tecnología, pienso en esos pasos que, de a poco, ha tenido que dar el país en busca de una sociedad cada vez más informatizada.
Cuando restan días para decir adiós a un año en que nuestra casa se convirtió en la mejor vacuna contra la COVID-19, bien resulta oportuno destacar cuán útil ha sido el uso de las nuevas tecnologías (que no son tan nuevas) en el acompañamiento de procesos digitales necesarios para hacernos la vida y los trámites más fáciles; porque aunque nunca pudiéramos comparar el ritmo de desarrollo de Cuba con el de naciones del primer mundo y líderes en este sentido, tampoco sería justo decir que en un año no se notan avances.
La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A (ETECSA), clave en el acompañamiento hacia una era digital cubana, ha trabajado para que, en medio de una pandemia, se afectaran lo menos posible los servicios móviles, de telefonía fija y de acceso a Internet.
Cifras ofrecidas por Lourdes María Morgado Pérez, comunicadora de ETECSA en Ciego de Ávila, arrojan que durante los primeros 11 meses del año en la provincia fueron instalados 1 200 nuevos servicios de Nauta Hogar, 103 empresas se conectaron por vez primera a la red de redes y creció en 27 el número de radio bases para el acceso a Internet mediante la red celular, y de esta manera llegar a 240 en todo el territorio.
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Por fin este fue el año en que los cubanos pudimos materializar la compra de pasajes para ómnibus y trenes nacionales de manera virtual, gracias a las facilidades de la aplicación (apk) Viajando y la plataforma Transfermóvil.
Refiere Juventud Rebelde que, hasta el 7 de noviembre, 133 695 pasajes fueron comprados mediante la apk, evidencia de un respiro para las aún extensas colas en las diferentes agencias de reservación a lo largo y ancho del país.
Y qué decir de EnZona, la cual permite trámites de la factura eléctrica, telefónica y, por si fuese poco, el pago de servicios asociados a la red de Comercio y Gastronomía, que dispone en Ciego de Ávila de más de 40 establecimientos asociados a estas facilidades.
El comercio electrónico ha sido uno de los temas más llevados y traídos durante este 2020; aunque con la implementación de las tiendas virtuales fueron puestos en una balanza tanto problemas como soluciones (diría que más de lo primero), lo cierto es que quedó al descubierto la falta de una plataforma capaz de procesar un alto contenido de pedidos y respuestas que navegan entre ceros y unos. Y aunque, poco a poco, se han dado pasos en busca de una mejoría, sin duda el año próximo exige mejores procederes.
El llamado a quedarnos en casa nos sorprendió con un fallido comercio electrónico, de ahí que “si algo bueno podemos sacarle a la COVID-19 es que nos ha enseñado la necesidad de todos estos programas de informatización que anteriormente no se habían tomado quizás con la seriedad requerida y son la línea que en tiempo de desastres o epidemias nos puede salvar, incluso, la vida”, dijo recientemente a nuestro diario el presidente de la filial avileña de la Unión de Informáticos de Cuba, Daryl Hernández Couce.
Aunque la tendencia es al avance, otras instituciones o empresas se han quedado un poco rezagadas, a sabiendas de que no siempre impera el querer, sino el poder. Aquí cabría mencionar a la Oficina de Registro de Consumidores (conocida como OFICODA), el Registro Civil o el Portal del Ciudadano, este último en un “apagón” promocional, y cuyo objetivo web es establecer una interacción directa entre pueblo y Gobierno, mediada por las tecnologías.
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Las esferas sociales abordadas aquí no son ni siquiera la mitad de todo lo que converge hacia una sociedad informatizada, resulta evidente que han sido meses de trabajo en la práctica, más allá de proyecciones futuristas alejadas de la realidad objetiva alcanzable para un país tercermundista y bajo un bloqueo económico y financiero que no cesa.
Consolidar, perfeccionar y extender los servicios ligados, de manera directa o no, a proyectos de desarrollo digitales seguirán siendo metas a cumplir durante los próximos meses y, un año más tarde, use Android o IOS, veremos que lo que hoy se comenta aquí ya serán cifras desactualizadas, porque la tecnología es así, se mueve tan rápido como el sonido de un clic.
Seguimos mejorando pero nos falta.
Felicidades Cris por tu reportaje.