Pregunta sin respuesta

estadio1Mario Ya sabemos que nuestras series nacionales de béisbol no gozan de su mejor momento y que la ausencia de no pocos peloteros, que decidieron probar suerte en otras latitudes, conspiran con el deseo de un mejor espectáculo si de nivel competitivo se trata.

Contra lo anterior no es mucho lo que puede hacer la Dirección Nacional de Béisbol para que la “puesta en escena” sea mejor que la actual, pero no nos engañemos: existen otras aristas en que se puede mejorar para hacer de la 64 Serie Nacional un evento digno de la tradición beisbolera de nuestro país.

Por estos días se han suspendido varios encuentros de la lid en el estadio José Ramón Cepero a causa de las lluvias y del deficiente drenaje que ahora mismo presenta esa instalación, por lo que es noticia que, tras arribar a la mitad del calendario, la escuadra que dirige el olímpico Dany Miranda suma diez partidos suspendidos, los cuales solo se efectuarán si son necesarios para definir lugares entre los ocho primeros en la tabla.

Pero lo de este jueves debe llamar a la reflexión a los que dirigen la pelota cubana. El martes no se pudo jugar en el Cepero el primer partido entre Santiago de Cuba y el equipo local y el miércoles, como prevalecía la mala condición del terreno fue necesario trasladar el choque para el estadio del municipio de Primero de Enero, con el consiguiente gasto de combustible y otros recursos que esto genera.

Tras ese partido fui testigo, dos horas después, de una breve reunión in situ en el Cepero, en el que estaban presentes federativos deportivos de la provincia y el Comisario Técnico de la Dirección Nacional de Béisbol, este último, luego de constatar el estado del terreno, afirmó que el jueves, a las dos de la tarde, de no llover, el escenario estaba listo para el segundo choque entre Avispas y Tigres.

Pues no llovió en la tarde del miércoles ni tampoco en las primeras horas del jueves y el propio Comisario, a las 9:00 de la mañana, ratificó el horario de inicio del partido: 2:00 de la tarde.

Por tal motivo, desde el hotel Morón, viajó a la capital de la provincia la escuadra santiaguera y tras ver el estado del terreno le propuso al representante de la Comisión no jugar allí, ya que las condiciones no eran las mejores, a lo que este accedió y se suspendió el encuentro.

La pregunta no es si el terreno no admitía que se jugara, la gran interrogante es como un directivo, en cuestión de horas, cambió de parecer si luego de su decisión no hubo una gota de lluvia.

¿Cómo explicarle a los lectores, televidentes o radio escuchas que fueron invitados a la asistencia al Cepero que el error no fue de los medios de prensa?


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