Miguel Lapera Luis: el deporte es la vida misma

La alegría es su eterna compañera, junto a la disposición de fomentar peloteros y softbolistas en Ciego de Ávila

Conversar con el expelotero avileño Miguel Lapera Luis, equivale a escuchar circunstancias en las que ha tenido que desarrollarse y anécdotas de quien constituye un ejemplo de entrega al deporte.

Se inició en el béisbol siendo un niño, en los terrenos de La Tasajera, del reparto Vista Alegre, en el municipio cabecera, bajo la guía del profesor Armando Arnaiz, con quien siempre se ha sentido muy identificado.

Poseedor de una inteligencia innata para la práctica del Deporte Nacional, manos prodigiosas, rápidas y seguras, participó como defensor del campo corto y la segunda base en cuatro ediciones de los Juegos Escolares Nacionales y en dos citas juveniles, dirigido por el desaparecido manager Mario Salas; estas últimas le propiciaron medallas de oro y plata.

Cuenta Miguelito que tales eventos le permitieron darse a conocer y perfeccionar detalles técnicos que le asegurasen el debut en los clásicos del país con el conjunto Camagüeyanos, comandado por Carlos Gómez.

Defendió los colores de novenas avileñas en 10 ediciones de las Series Nacionales, a lo cual se suman siete Series Selectivas, hasta finales de la década de los años 80.

Estaba lejos de imaginar que, a partir de entonces, comenzaría la etapa más brillante e inolvidable de su extensa trayectoria deportiva, pues de inmediato probó suerte en el softbol y mejor no pudo ser. Tanto es así que, en 1991, integró la selección que participó en los XI Juegos Deportivos Panamericanos y, en calidad de anfitriones, ganaron la medalla de bronce.

Nunca esperó tantos éxitos y satisfacciones como el título en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte, y giras por República Dominicana, Panamá y Venezuela, país donde posteriormente brindó colaboración durante dos años.

• Tras su labor en el torneo de la bola blanda en los Panamericanos de La Habana, Invasor publicó sus impresiones del evento y otros detalles de su trayectoria    

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En el 2007 debutó como entrenador de softbol. Dos años después fue llamado al equipo nacional, acudiendo a varios certámenes nacionales y foráneos hasta el 2017, etapa que lo preparó con creces para seguir brindando sus conocimientos en la formación de atletas, actividad que hoy constituye su principal motivación, como integrante del colectivo de la Academia Provincial.

Nacido en Ciego de Ávila, el 24 de septiembre de 1959, lleva a la práctica una convicción suya profundamente enraizada, la sobrada voluntad, entrega, sentido del deber y disciplina, que transmite a sus discípulos y lo demuestra cada día, no solo en el terreno de la academia, sino en otro existente en la carretera que conduce a Ceballos.

En ese lugar, cuando el tiempo y la situación epidemiológica lo permiten, se dedica en las tardes, de manera voluntaria, a la preparación de adolescentes y jóvenes, su modesta forma de tributar a la masividad y sostenibilidad deportivas.

Considerado entre las Glorias del Deporte Cubano, Miguel Lapera Luis todavía siente la sensación del atleta que entra por primera vez al terreno, algo que para él representa la vida misma y lo hace infinitamente feliz, como estar junto a su familia, o cantar y bailar con la música de su amigo Cándido Fabré. 


Comentarios  
# Eduardo Campos 14-04-2021 23:00
Un gran entrenador y ejemplo para sus compañeros y atletas y un gran amigo
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