La Cultura en Majagua: ¿como antes?

A los que presenciaron el acontecimiento, se lo recuerdo y, a los que no, se lo muestro: el 5 de enero de 1982 Majagua se convirtió en el primer municipio de Ciego de Ávila con las 10 instituciones culturales básicas, jornada histórica que mereció la presencia de Armando Hart Dávalos, en ese entonces Ministro de Cultura.

Los archivos de Invasor permiten, 38 años después, conocer sobre lo ocurrido aquel día: “La inauguración de una biblioteca, librería, tienda de bienes culturales, galería de arte y el museo histórico, unido a la Casa de la Cultura, el cine, la banda rítmica, el grupo de teatro y el coro —ya constituidas— propició el completamiento de las requeridas”.

recorte periodico invasorAsí inmortalizó aquel suceso el periódico Invasor del 6 de enero de 1982

¿Qué ha pasado en casi cuatro décadas?, pregunté a Carlos Alberto Rafael Marrero, director actual de la casa de cultura La Edad de Oro, de Majagua, a quien años de entrega le valió un diluvio de reconocimientos: Diploma Juan Marinello a la Dirección Municipal de Cultura —cuando era su director—, el del XX Aniversario del Sindicato de la Cultura y la Distinción por la Cultura Nacional, entregados todos por Abel Prieto, en septiembre de 1997, cuando el destacado intelectual cubano asumía como Ministro de Cultura.

La interrogante fue solo el pretexto para “entrarle” al maestro. De hecho, el boletín informativo del Ministerio de Cultura, Coordenadas, en 1998 publicó sobre la entrega del Juan Marinello: “(…) al municipio Majagua, en Ciego de Ávila, y a su director municipal Carlos Rafael Marrero, un promotor como pocos en el país”. De su disciplina, llevada como un sacerdocio, emergió el resultado.

carlos rafael“En Majagua hay mucho talento, por eso nunca se perderán sus tradiciones en la música y la danza”“Se instituyeron, por aquel tiempo, dos casas de Cultura, una en el poblado de Guayacanes y otra en la cabecera municipal. Luego se creció con otra en la comunidad de Orlando González”, rememora el hombre que bien supo cumplir con Hart Dávalos.

Por otra parte, la biblioteca pública Mirta Aguirre dispone aún en sus fondos de una variada literatura y estructura de servicios creada en correspondencia con los intereses de sus usuarios, pero lidia con las pujanzas tecnológicas del presente y la escasez de recursos para la preservación del patrimonio bibliográfico. “No obstante, han mantenido acciones para abordar el trabajo en la comunidad, con talleres y eventos literarios, y diferentes concursos.”

Sobre el Museo, Carlos Rafael recuerda cómo Enrique Núñez Rodríguez dijo, en 1997, en Juventud Rebelde: “Y andaba Marinello, con orgullo, entre los vecinos de aquel pequeño municipio, en el que el Gobierno Municipal fue capaz de cederle al Museo su local, como el testimonio elocuente de que la cultura es lo primero que hay que salvar”. Y allí está el inmueble, aunque se ha visto afectada su plantilla y sus exhibiciones demoren en montarse y desmontarse.

Dentro de lo que se ha fortalecido bastante está el conjunto músico danzario XX Aniversario, aunque ya estaba creado cuando Hart vino a Majagua. Por cierto, Pablo Pacheco, director del Centro Juan Marinello en 1997, le entregó el premio Memoria Viva, otorgado a quienes preservan y desarrollan las tradiciones populares. Actualmente, la agrupación ostenta, además, el Premio Nacional de Cultura Comunitaria.

• Lea: Agrupación XX Aniversario homenajeada.

El cine Nieves, de Majagua, —el Belic, de Orlando González, y el Rosa, de Guayacanes— dejó de proyectar y, con ello, se perdió la magia de las salas oscuras. La televisión cubana transmite más de 3 000 películas al año y los seguidores del séptimo arte pueden conseguir gran variedad de audiovisuales por vías no institucionales como el llamado paquete semanal o con los vendedores cuentapropistas de CD y DVD.

Indica Rafael Marrero que “a eso se suma el mal estado constructivo de los cines, que determina su existencia, usabilidad y beneplácito por el público”. En los últimos tiempos, unidos a los adelantos tecnológicos, vemos mucho cine, pero no en el cine.

“Su nombre, Nieves, devino del teatro de Majagua —donde estuvieron, entre otros, Blanquita Becerra, Rita Montaner, Ernesto Lecuona, Celina González y Enrique Arredondo—, aunque la edificación, cuando sucedió lo de las 10 instituciones, estaba destruida.”

“La pérdida del lugar alarmó a Hart, pues él mismo había autorizado el presupuesto para repararlo, siendo todavía Ciego de Ávila parte de Camagüey, y lo único que llegó a Majagua fueron las lunetas. Precisamente, se le comunicó ese día que el resto de la inversión se había empleado en la reparación del Teatro Principal agramontino. Lo que queda hoy de él pertenece a la Casa de Cultura, con la plataforma al final, como escenario de actuaciones.”

 teatroEl desplome del techo, hace décadas, dejó al aire, sol y sereno un lugar que tanto prestigió al municipio

Con respecto al coro, se busca fortalecer su repertorio. “La galería de arte desapareció, pues después de 1982 se normó que en los municipios no tenía que existir una institución de ese tipo, por lo que se decidió que radicara en la propia Casa de Cultura; donde se ha mantenido, aunque como algo pequeño.”

“La banda rítmica se vio sustituida por una Banda Municipal de Conciertos, si bien aquella institución cultural era el resultado de la unión de la música y la danza”. No obstante, el Paseo Martí, a cada rato, tiene el alma tatuada con notas musicales nacidas de noveles artistas que, entre otras cuestiones, se imponen a las dificultades con la adquisición de instrumentos.

“El grupo de teatro dejó de existir con aquella representatividad de 1982, pues muchos instructores se fueron del sector. Se está luchando por volver a cubrir esas plazas, pero no hay respuesta financiera”, declara Carlos. Igualmente, la tienda de bienes culturales se sustituyó, años más tarde, por una tienda de Promociones Artísticas y Literarias, de Artex.

“Si se compara el Movimiento de Artistas Aficionados de hace 38 años con el de hoy, sí existen recaídas, pues, por el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y el derrumbe del campo socialista, se redujo la entrada de materiales para la música, la danza y la plástica.”

El periódico Trabajadores, del 25 de noviembre de 1996, dejó entrever una cuestión que es clave en la actividad del sector, dadas esas realidades. Al referirse a la XVIII Semana de la Cultura Majagüense, el rotativo publicó que su realización había sido posible “(…) con el financiamiento de diferentes empresas radicadas allí, mediante gestiones económicas realizadas para crear fondos con ese fin.” En temas de financiamientos, tampoco es como antes.

Estudiar nuestra historia y tradiciones, y dar respuesta a los problemas contemporáneos que enfrentan en su desarrollo, a partir de la influencia social de la cultura, merecen hoy un “OJO”, así de grande.

Si las instituciones no establecen una relación sinérgica con el entorno, se emborronan cuartillas y cede espacios. Es necesario salir en busca del usuario e involucrarse en su cotidianidad para ganar su confianza, y sienta así ese contraste entre Cultura, vista desde los escenarios de sano entretenimiento colectivo, y la recreación sin fundamentos.

La edición de Invasor, del 6 de enero de 1982, concluyó: “La inauguración de las 10 instalaciones culturales —señaló Hart— es solo el comienzo del trabajo; hay que movilizar a la población para vincularla a ellas y así poder desarrollar un movimiento artístico cada vez más amplio”. Y sigue siendo un gran señalamiento.


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