Andy Lou se está cumpliendo

Andy está pagándose una deuda. Me lo dijo tres veces, con voz de recién levantado, mientras recorría mentalmente una inesperada carrera en la música, y seguro de que ahí es.

Digamos que la historia de Andy Bernard Pereda Castillo no es de las que se hacen películas de domingo. El mismo lo dice, casi todos los músicos empiezan desde niños, porque suele ser una vocación que toma por asalto. Pero él no. Empezó con la guitarra a los 18, acabado de graduar del pre. “Relativamente tarde”. Como quien no planea nada. “Sobre los 19 o 20 años empecé a tocar bajo, porque un amigo mío necesitaba un bajista para un grupo”. Y lo engañó un poquito con lo de que no era tan difícil y se parecía a la guitarra. Pero gracias a eso Andy está pagándose la dichosa deuda.

A partir de ese grupo de amigos y conocidos de una iglesia, la guitarra se quedó para las descargas en la casa, y el bajo le llevó a varios grupos “con poco recorrido”, pero donde se componían canciones propias.Por allá por Santa Clara, donde Andy estudiaba Lengua Inglesa, y escuchando toda la sarta de cantantes de pop que menciona más tarde, tampoco renunció al bajo. Lo acompañó en los festivales de aficionados hasta que, en 2015, se graduó.

De vuelta a casa, y cumpliendo el servicio social, la cosa se volvió más seria. “Formamos un grupo que se llama Golpe de Suerte, que actualmente se encuentra trabajando en la cayería norte”, pero que también ha sonado en las plazas de la provincia. De esa primera tanda de amigos, fundadores, salió Robert, el cantante original, y participante de la tercera temporada de Sonando en Cuba. La travesía de Andy con Golpe de Suerte acabó en 2017, también sin esperarlo, cuando acababan de entrar al sector profesional.

Andy

Ahí es donde entra Dharma, y Andy se pone más cerca de lograr el sueño cumplido de estos días. Robert estaba compitiendo y el grupo estaba sin cantante. Andy siempre había hecho coros y voces secundarias. Un día falló la suplente, y él asumió. “Con tremenda pena”, recuerda. Pero le fue cogiendo el punto. Así que cuando Dharma tampoco tenía cantante, y no encontraba quien defendiera con soltura los clásicos del pop rock en inglés, Andy se ofreció a ayudar. Y se quedó.

Entonces detiene la historia para aclarar que con su viejo grupo mantiene las mejores relaciones. Incluso vuelve de vez en cuando a tocar con ellos. Ya son cuatro años con Dharma, y solo la pandemia le ha dado el tiempo para enfocarse en un proyecto personal. Quizás mucho antes de coger una guitarra en las manos, o de soñar con estudiar inglés, ya Andy escuchaba a Jason Mraz o a John Mayer, se enamoraba de la musicalidad del inglés y se creía en un video clip cuando andaba con los audífonos por la calle. Ahora escuchar también a Ed Sheeran, a Imagine Dragons, algún rock ocasional y el jazz que “se le pega” de los jazzistas del grupo, no es sólo por diversión. Han sido todos pequeños escalones para llegar a este disco, compuesto completamente en inglés, un cheque para pagarse la deuda de niño maravillado con los artistas mediáticos.

Se ha llamado a sí mismo Andy Lou, y su madre Lourdes estará orgullosa, imagino, de saber que el nombre artístico tiene un pedacito suyo, como el código genético de su hijo. Así retribuye él por las tantas sesiones de trabajo que ella ha comprendido y ayudado a su forma. Sesiones que se han hecho más intensas de un año a esta parte, porque Andy lleva más de un año para lograr Mood Swings.

Cambios de humor, en español, ve la luz en julio de 2021 gracias al trabajo que también ha puesto Celle Morales, director de Dharma y productor musical.

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Andy se vio en la casa, aburrido y desaprovechado, y decidió hacer de la COVID-19 un alto en los compromisos de trabajo del grupo y una cuarentena creativa en el sentido más estricto. Escribió, le mostró a Celle. Escribió, pidió opinión a amigos extranjeros, para saber si iba por buen camino en la doma del inglés (“componer en inglés no es meter una canción en el traductor”). Grabó en casa y en Solid Music, el estudio casero de Celle. Trató de “sacar lo mejor de los cambios de humor”, de lo cotidiano, del confinamiento con sí mismo y sus sonoridades.

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Siete temas que se parecen a él, melifluos, sonoros, diversos, pero siempre dentro del rango del pop, exploratorios y jóvenes. Parecerse a uno es un buen método para cumplirse sueños. 


Comentarios  
# Delvis Toledo 21-07-2021 18:05
Muchos éxitos para nuestro amigo Andy, que desde que lo conocemos en la UCLV, siempre ha mantenido su empatía por la música. Muchas veces participamos en algunos de sus miniconciertos alive en la residencia estudiantil.
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