¿De qué?

Todos los de mi casa aprendimos a acatar aquel deseo de nuestros padres, aquella hermosa petición que nos hacían a cada instante y que nunca ha faltado cuando salimos, o en cualquier despedida, aunque sea en una llamada, una carta, un mensaje.

Después de los besos, del abrazo fuerte, no faltaba aquella orden cariñosa, aquella exhortación que en una palabra resumía todo lo que debíamos hacer y lo que no.

Nunca les ripostábamos, no nos quejamos jamás de aquella repetición que no nos sonaba (ni nos suena) a letanía, porque éramos conscientes de que aquellas palabras no eran solo parte de una despedida, no era una manía molestona; era pura preocupación, el amor hecho susto, sobresalto. No preguntábamos, ¿de qué?; porque sabíamos. Nos habían enseñado.

Aquellos 'cuídate' que me acompañaron desde niña son los mismos que hice míos para ofrecérselos a todos aquellos seres de quienes me he despedido y me despido. A mis amigos, a los amigos de ellos, a mis vecinos o amigos del trabajo, a los amiguitos de mis niños y a cualquiera con el que apenas me cruce.

Siempre, al separarnos, la palabra, acostumbrada, sale fácil de mi boca y de mucho más adentro.

Tengo que confesar que algunas veces a mí sí me han preguntado que de qué, que de qué tienen que cuidarse; y yo comprendo que quizás ellos no estén acostumbrados a la petición constante, pero no temo a caer en una letanía, yo insisto, porque la gente puede aprender fácil. De todo, cuídate de todo, digo primero, y después según las circunstancias de cada día sigo enseñando de qué pretendo que se cuiden.

En estos días, mi frase acostumbrada, mi amor hecho susto, sobresalto, ha cobrado más vida que nunca, y no puedo dejar de repetirla porque en ocasiones la gente piensa que se cuida, que sabe hacerlo, que es muy fácil, que forma parte del día a día como un hábito, mas no siempre es así.

Confiados, vamos a vecespor la vida desdeñando los pequeños detalles que pueden hacer la diferencia entre lo que nos sale bien y lo que puede marcarnos para siempre. Seguros de que todo está en orden, bajo control, de que cuidarnos de esto o aquello es tan fácil, normal y monótono como respirar o pestañar; se le resta importancia y nos acercamos demasiado al mal.

Cuando yo digo cuídate, no lo hago como una mera formalidad, como aquello que uno repite y repite y termina siendo una frase vacía que va a parar a oídos sordos; yo lo pido como un anhelo de mi corazón, de mi insistente deseo de que anden atentos a cualquier tropiezo del camino por pequeño que sea, de estar a la viva, despiertos y avisados, y hasta alarmados, por qué no.

Cuando alguien me dice cuídate yo no escucho 'adiós, que vayas bien'; cuando alguien me pide que me cuide yo escucho que tenga cuidado por dónde camino, por dónde cruzo, qué hablo, qué debo callar, adonde puedo entrar y adonde no; qué puedo comer y qué rechazar.

Que no camine pensando en las muzarañas, mirando el teléfono, respondiendo mensajes. Que no suba a cualquier carro por apurada que esté, que no crea en las palabras engañosas de alguien, en la falsa bondad, en las prevendas vengan de donde vengan.

En estos días, en las últimas semanas que han transcurrido como meses, cuando escucho o digo la bella y socorrida palabra pienso en muchas cosa: cuídate de todo y de todos; cuídate y cuida a los demás; no camines demasiado, por gusto; no toques nada indiscriminadamente; no te acerques demasiado a alguien; no te lleves las manos a la cara; no te toques el nasobuco; no lo dejes por nada del mundo; no beses ni abraces por ahora, para que después puedas seguir haciéndolo.

Desde niña aprendí a acatar aquel deseo perenne de mis padres, aquella exhortación que nunca me pareció de más, ni me parece. Que no me cansó ni me pareció infértil, innecesaria, cansona. Quizás por eso la repito sin pena, sin cansarme tampoco; no como frase hueca o letanía, si no como muestra constante de cariño y de apego. Ya ni soy yo quien la repite, es mi alma vigilante y temerosa; es mi amor hecho susto y sobresalto.


Comentarios  
# Mara 20-05-2020 16:50
Que hermoso es que alguien te diga: cuídate!...y si viene de alguien a quien tú quieres es doble el significado, por eso yo le digo a mi escritora favorita: cuídese Carmen Luisa, cuídese mi querido pueblo cubano, cuídese mi adorado avileño!!
Responder | Responder con una citación | Citar
# Alejandro Chang Hernández 08-12-2020 16:48
Gracias, Carmen, por otra dosis más de aliento, de esperanza. Tus palabras entran en miles y quizás millones de mentes y corazones necesitados de leerlas, ya que muchas veces ni siquiera se pueden escuchar. Tú eres fuente de inspiración para todos nosotros, nos convidas a ser mejores personas y hacer el bien cada día al despertar.
Me alegro de saber de ti, Marita, hace rato que no veía un comentario tuyo. Saludos
Responder | Responder con una citación | Citar
Escribir un comentario


Código de seguridad
Refrescar