Una avería en horas de la tarde del 24 de mayo en la conductora de 800 milímetros (mm) de diámetro, a la salida de la estación de rebombeo del Tanque Apoyado, que abastece la Zona Sur de la ciudad de Ciego de Ávila, encendió las alarmas y movilizó a dirigentes, especialistas y trabajadores de diversas entidades de la provincia.
La necesidad de suspender el abasto de la Zona Norte para poder solucionar la rotura, en una red interconectada, dejó sin el servicio a más de 100 000 consumidores y puso mayor presión a las labores, que se extendieron ininterrumpidamente por algo más de 48 horas.
Mientras las población espera con impaciencia el restablecimiento del bombeo del vital líquido, hay hombres que no descansan. Ni el calor, el fango o la madrugada los detienen.
En la Fábrica de Tuberías CiegoPlast se construye el accesorio dañado —una T de 800 mm con reducido de 500—, y trabajadores de la Empresa de Mantenimiento y Rehabilitación de Obras Hidráulicas Cuito Cuanavale y la mipyme de construcción Bécquer se ocupan, in sito, de la sustitución del tramo de tubería averiado, mediante soldaduras por termofusión.
Es una labor titánica. Hay que excavar, drenar el agua acumulada, retirar los tubos dañados, volver a colocar, soldar… No hay descanso para hombres ni equipos. El esfuerzo es enorme y la entrega no tiene límites. Los anima el sentido de pertenencia y el compromiso con el pueblo. Cerca de ellos, las máximas autoridades políticas y de gobierno de la provincia y el municipio los acompañan.
A las 9:00 pm del 26 de mayo concluyen los trabajos y se restablece el bombeo de agua a la ciudad. Nadie conoce el nombre de estos héroes que con determinación enfrentaron las mayores adversidades, pero el pueblo les reconoce y agradece y esa es su mejor recompensa.
La complejidad de la tarea y las difíciles condiciones del área no amilanan a los hombres
Un trabajo para gigantes
La noche, la madrugada y el deber
Todas las manos, todas
El valor es superior al cansancio
Los trabajadores de CiegoPlast también son decisivos en la fabricación de la pieza dañada
Las jornadas entre el lodo resultan agotadoras, pero nadie se rinde
Hombres y equipos hacen lo suyo
Y el agua regresa como recompensa