Septiembre de retornos

Otra vez llega el calendario al noveno mes del año y, aunque será este un septiembre de punto y seguido para un curso escolar al que el tiempo reta, seguirá siendo el mismo septiembre al que nos hemos acostumbrado: el de volver a las aulas. Porque poco importa si se trata de inicios o continuidad, si al final será la misma emoción del primer día.

Y no serán las caras felices ni las expectativas las únicas que lo dejarán ver así, sino unas escuelas que lucirán sus mejores galas. Algunas estrenarán imagen y serán muchos los que se alegren del cambio, al que habrá que cuidar con el mismo esfuerzo que se logró.

En casa se amanecerá muy temprano. La rutina retornará al correcorre para no llegar tarde que puso pausa estos meses, y mochilas y uniformes quedaron listos desde la noche anterior. Regresarán las tareas, los repasos, las meriendas, las reuniones de padres, aunque alguna que otra libreta se haya abierto este verano para adelantar el seminario que ahora pondrá nota a lo aprendido.

Los más grandecitos querrán irse solos a la escuela, y mamá y papá cederán, no sin antes repetir, una y mil veces, que tengan cuidado. Para algunos, será este el último septiembre de amarillo y la Secundaria se llenará de azul.

Volverá la profe, que hace días se le ve de aquí para allá para dejar todo listo en ese pequeño mundo que llaman aula, a recibir con los brazos abiertos a “sus pollitos”, quienes no pararán de contarle las hazañas de las vacaciones. O el maestro al que cualquier tiempo le parece corto para recuperar los meses en que un chat le cambió sus tizas y pizarra por mensajes en Whatsapp.

Un pequeño recuento ayudará a refrescar la memoria y las neuronas para iniciar justo donde en julio el descanso puso la pausa. Habrá quien le cueste más que a otros, a esos los salvará la constancia. Dos meses que prometen están por venir, pero no hay sustos, donde hay complicidad todo es posible y, en un abrir y cerrar de ojos, el nuevo grado los estará recibiendo.

Alguien dirá medio en broma, medio en serio, “son los mismos puestos de siempre”, mas será la afinidad quien haga lo suyo. La profe aplacará el entusiasmo con el “arriba muchachos”, que ya extrañaban oír, y con el que no necesita decir que “no hay tiempo que perder”. Escribirá en la pizarra Ciego de Ávila, 5 de septiembre de 2022, y el curso escolar 2021-2022 comenzará a escribir nuevas páginas.

 


Escribir un comentario


Código de seguridad
Refrescar