Jennis Flatt Pérez Entusiasmo, responsabilidad y dedicación caracterizan a esta mujer que desanda calles y casas lo mismo velando porque los vecinos y transeúntes usen el nasobuco, que indagando si alguien tiene fiebre u otro síntoma o comprando medicamentos para ayudar a personas vulnerables.
Desde hace nueve años Diana Hernández Portal es la coordinadora de la Zona 72 de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), en el Consejo Popular Ángel Alfredo Pérez, de la ciudad de Ciego de Ávila.
Ante el rebrote de la COVID-19 en la provincia, que ha afectado considerablemente a la capital avileña, la respuesta no se hizo esperar.
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“Nos asignaron tres mensajeros que son de Educación, que se encargan de buscarles los productos de la canasta básica, medicamentos y otros a las personas vulnerables, que son 17. Ellos están apoyados en esta faena por los presidentes de los 11 CDR con que cuenta nuestra zona.”
Diana predica con el ejemplo. Ella dirige el Comité número Dos Pedro Martínez Brito, y ahí residen tres ancianos que viven solos en sus casas. “Les busco los alimentos en la bodega, las medicinas en la farmacia y estoy atenta a sus necesidades.
“Tanto Noris Díaz, Gloria Cruz como Roberto Ramos están muy agradecidos por esto, ya que no tienen que salir de sus viviendas y no corren el riesgo de contraer la enfermedad.
“También participamos de manera activa en las pesquisas, con el apoyo de los jóvenes del destacamento Aniversario 60 de los CDR, los estudiantes de Medicina y los Médicos de la Familia de los dos consultorios que están dentro de nuestro radio de acción.
“Contamos en nuestra zona con tres bodegas y velamos por la organización y la disciplina en las colas en estas unidades, porque las personas mantengan en las mismas el distanciamiento físico y por el uso correcto del nasobuco en todos los espacios.
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“Hasta ahora no tenemos ni un caso de la COVID-19 en nuestra zona. Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para mantenernos así, exhortando a las personas a que se protejan y cumplan con todo lo que se oriente.”
También dio el paso al frente en los trabajos voluntarios convocados en varios organopónicos de la ciudad de Ciego de Ávila y, junto al resto de los cederistas, se afana en la limpieza y el saneamiento de las cuadras.
Desde hace una semana, Diana está muy cerca de la llamada Zona Roja: apoya al Consejo Popular en la atención a una cuadra en cuarentena en la calle A.
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“Estoy de mensajera, junto a un compañero, y nos ocupamos de buscarles el pan, la leche, y otros alimentos en la panadería y las bodegas. Está todo muy organizado: los dos presidentes y el coordinador de esa zona cederista ya nos tienen las libretas y las jabas preparadas temprano en la mañana y vamos, compramos y los traemos.”
Armada de gafas, mascarilla y guantes, esta mujer sencilla, humana, con un gran sentido de pertenencia a los CDR, despliega su solidaridad en momentos en que resulta indispensable pensar como país.