El desenlace de la epidemia dependerá de cómo gestionemos la responsabilidad individual y colectiva.
Las declaraciones del Doctor Pablo Feal Cañizares, especialista de Primer Grado en Epidemiología y director de la Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades (Prosalud), publicadas el martes fueron premonitorias. Cuando algunos números hacían suponer que el pico de contagios había quedado atrás en Ciego de Ávila, a la altura de la tercera semana del rebrote con 131 casos, el especialista llamó a ser cautelosos y continuar manteniendo elevada la percepción de riesgo.
Evidentemente, otros números y el análisis profundo y casuístico de cada uno de los eventos de trasmisión activos de la provincia, traslucían las cifras que llegaron este miércoles en el reporte nacional: por primera vez Ciego de Ávila confirmó 40 casos en una sola jornada. Nuevo récord del que, por supuesto, no nos enorgullecemos.
Los nuevos contagiados son en su inmensa mayoría (38) hombres, de edades comprendidas entre 19 y 60 años, y residentes en el municipio cabecera, por lo que la ciudad capital reafirma la complejidad epidemiológica que también expresa su Tasa de Incidencia Acumulada para el rebrote: 191.32 por cada 100 000 habitantes.
Al tener tres eventos de trasmisión activos, el municipio avileño ve alargarse en el tiempo el control de la epidemia y, por ende, el regreso a una normalidad que, si antes ya no era “normal”, después de este rebrote lo será menos.
El Hospital Provincial Doctor Antonio Luaces Iraola continúa aportando casos a la estadística global, sobre todo de personal de la salud contagiado. Este miércoles se informaron dos. Contrario a lo que sucedió en la primera etapa, cuando se reportaron 15 médicos, paramédicos y personal de servicio infectados, la cuenta de esta “segunda temporada” ya rebasa el centenar.
Fuera del perímetro hospitalario los casos positivos han ido espaciándose, temporal y geográficamente, pero no desaparecen. Todas las áreas de Salud hoy tienen manzanas en cuarentena y se continúa pesquisando en el radio de los controles de focos y de manera aleatoria para encontrar a todos los enfermos, sospechosos y sus contactos.
Mientras que el evento nombrado Canaleta y que involucra al establecimiento penitenciario provincial, ha generado varios casos entre combatientes y población penal.
Según conoció Invasor, los infectados han sido trasladados a instituciones de Salud destinadas a este fin. De acuerdo con la información ofrecida en la reunión del Consejo de Defensa Provincial, a todos se les está aplicando los protocolos para casos de COVID-19, sobre la base de las principales experiencias obtenidas por el país en seis meses de enfrentamiento a la epidemia.
Desde el primer caso reportado en este evento, como al resto de los confirmados del territorio, se aplican medicamentos de la biotecnología cubana incluidos en el protocolo nacional, y a toda la población el Nasalferón y la Biomodulina T. Además, se mantiene una pesquisa permanente por parte del personal especializado y toma de muestras para la realización de PCR-RT a toda la población. Así mismo se intensifican todas las medidas sanitarias indicadas.
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De manera que la ciudad capital se reafirma como el núcleo duro de la trasmisión de SARS-CoV-2, una realidad que, como hemos apuntado con anterioridad, era la peor pesadilla de las autoridades sanitarias, gubernamentales y políticas del territorio.
Con la mayor población total, la mayor población urbana y la más alta densidad poblacional, Ciego de Ávila reúne otras características demográficas que añaden complejidad a la situación epidemiológica: desde una mayor cantidad de mujeres (las que más se enferman), hasta una elevada cifra de adultos mayores (los más vulnerables).
Por tanto no sería errado asegurar que el desenlace de la epidemia se dará en la capital avileña y que dependerá de cómo gestionemos la responsabilidad individual y colectiva.