Digámoslo claro una vez más: aprender a convivir con la COVID-19 no significa darnos por vencidos y confiar nuestra suerte al azar. Quiere decir, entre otras cosas, corresponder el esfuerzo de médicos, científicos, campesinos, el de todo el que aportó al enfrentamiento, con una actitud responsable y mucha sensatez.
El incremento de casos positivos desde finales de diciembre, la confirmación de la variante ómicron en el territorio nacional y provincial, las posibilidades reales de la economía después de un año en extremo difícil y la sensación de seguridad que, invariablemente, han producido las vacunas, hacen de esta nueva ola de contagios un peligro nuevo.
Los expertos ya han sido categóricos en sus pronósticos. La incidencia de casos positivos continuará ascendiendo y, aunque ómicron parece menos letal que otras variantes, la concurrencia de un número elevado de pacientes en los centros asistenciales provocaría colapsos puntuales en el sistema sanitario.
No obstante, para Ciego de Ávila, delta sigue prevaleciendo y su letalidad quedó demostrada. Podríamos ser absolutos al decir que nadie quiere revivir el verano de 2021. Costó mucho en vidas humanas y recursos. Y sobre todo por las vidas, irrecuperables e insustituibles, es que insistimos en la disciplina, el sentido común y la responsabilidad.
¿Qué es ser responsables en tiempos de COVID-19?, cabría preguntarse otra vez. Cumplir lo indicado, en primer lugar. Cumplir lo indicado antes, durante y después. Tres veces responsables.
Usar correctamente los medios de protección, evitar las aglomeraciones o reuniones en espacios cerrados, mantener distancias seguras y ambientes ventilados. Sonará a campanada de domingo, pero en lo elemental y primario está la clave.
Responsabilidad es, también, ejecutar con precisión los protocolos diseñados. Garantizar una respuesta asistencial a todos los niveles, organizar los flujos, disponer de los recursos en el momento preciso, no subvalorar ninguna señal de alarma; aligerar la carga institucional mientras se acata con disciplina el ingreso domiciliario.
Ser responsables implica acceder a información oficial y verificada sobre el escenario epidemiológico, al punto de convertirnos en movilizadores de la conciencia social. No hay que esperar indicación alguna para predicar con el ejemplo en los centros de trabajo, en la comunidad, en el hogar.
El camino a la responsabilidad entronca con no demorar la vacunación de refuerzo, por las razones que sean. Si la mayoría se vacuna protegerá a quienes no pueden o no han podido todavía. Vuelven los expertos a alertar que un pinchazo no hará el milagro, pero podría evitar que lo necesitemos.
Con más del 95 por ciento de sus habitantes inmunizados, la provincia puede mostrar otra cara al SARS-CoV-2 y esta nueva variante que ha logrado la manera de ser tan contagiosa o más que el sarampión, duplicando el número de casos cada dos o tres días.
En este punto de la historia reciente hay consenso en que el virus y todas sus posibles variantes seguirán entre nosotros, transitando la ruta de las influenzas y otros coronavirus endémicos. Nada de ello es sinónimo de desmovilización, como tampoco de pánico o histeria.
Lo más difícil para este país bloqueado y del Tercer Mundo ya fue hecho. Cuba tiene tres vacunas. Usémoslas eficazmente y ayudémoslas con responsabilidad. Tres veces responsabilidad.
Existe la responsabilidad individual, pero la mayor responsabilidad la tienen las autoridades.
Es sumamente difícil hacer cambios de conducta, vi con mis propios ojos, como muchos Avileños se continúan saludando con besos y abrazos, hasta lo intentaron conmigo sabiendo que venía del extranjero.
Dos logos inmensos ha tenido la obra de la Revolución en medio de la pandemia, uno ha sido ampliamente divulgado por la prensa, la obtención de las vacunas, el otro es que no existen negacionistas en Cubita la Bella.
Las " moloteras " jajajajaja, eso ya forma parte del reflejo condicionado del que vive en la isla.
Los comprendo perfectamente están atravesando una gran catástrofe, el recrudecimiento del Bloqueo Genocida y Pérfido, más la Covid 19. Vi a varias personas afectadas psicológicamente.
Cuídense mucho. Siempre que llueve escampa.
Brmh