Hay dos detalles en el parte publicado este martes que no podrían pasar inadvertidos. Dos detalles al final de párrafos intermedios que, sin embargo, podrían leerse con desgano y no constituir el lead de ninguna noticia.
Pues aquí están: “Se mantienen en vigilancia 81 contactos.” “Se mantienen en vigilancia 75 contactos”.
La primera de las oraciones corresponde a Cienfuegos, una provincia que después de 15 días sin casos confirmados, comenzó a sumarlos a cuentagotas, de uno en uno, y este nuevo paciente disipará sin dudas la tranquilidad que habían “acumulado”. A ello se le une, además, otro confirmado que no solo aparece con 43 contactos, sino que su fuente de infección no ha sido precisada. De aquí que el rompecabezas podría ser tan dramático que ahora mismo cada uno de sus 43 contactos puede estarse preguntando si no serían ellos la fuente del contagio y deberían trazar, a su vez, su lista de sospechosos. Porque paradójicamente un eslabón suelto no rompe las cadenas, las multiplica. O las hace más fuertes.
La segunda oración nos ubica en Santiago de Cuba, un territorio que en abril nunca ha reportado más de tres casos en un día y hasta hoy 28 sumaba 28 este mes; una situación feliz y atípica, si se quiere, para la populosa ciudad que ahora salta a la vista con un caso, cuya fuente de infección se desconoce y tiene, nada más y nada menos, que 75 contactos asociados.
Cuando los especialistas hablan de arañas epidemiológicas se refieren a esto: a individuos con gran cantidad de contactos que pudieran, a su vez, sumar no pocos a la redada. Y aunque los detalles nunca son precisados, podríamos suponer que se trata de simples trabajadores, asintomáticos para colmo, que no estaban ni en las colas atestadas ni tocando pasamanos, timbres y haciendo visitas, y que todos sus contactos siempre andaban con manos desinfectadas y nasobucos, porque a metros de distancia ya sabemos que no estaban. O podríamos suponer todo lo contrario y darle rienda suelta a los ejemplos que cada día sobrecogen y todavía no llegan al parte del Ministerio de Salud Pública (MINSAP). Todavía.
El pasado jueves Invasor también señaló el hecho de que 14 confirmados en el municipio pinareño de Guane aparecieran con 62 contactos cada uno. En esa ocasión la pista nos llevó a la televisora local donde se admitió que la alta cantidad de contagios se debió a que “se habían visitado”.
Si bien durante abril la positividad de nuestros test se ha movido, aproximadamente, entre el tres y el cuatro por ciento − y ello nos indica que seguimos apuntando con certeza a zonas vulnerables al virus, según indican las pruebas PCR − no podemos ignorar que los eslabones sueltos y asintomáticos estén tejiendo otras arañas que aún no han sido descubiertas.
Y hasta ahora, siete laboratorios en Cuba, sumando más de 1 800 PCR diarios en los últimos ocho días no han sido suficiente. Ya el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología, del MINSAP, lo reconocía este martes de algún modo, al admitir que las muestras han tendido que moverse de un laboratorio a otro, a pesar de que las condiciones de almacenamiento son las idóneas y no ponen en riesgo los resultados.
Eventos como el del Hospital de Cárdenas y casos extremos como los de hoy siguen complejizando el panorama, por más que podamos presumir de que el 40 por ciento de los confirmados de la COVID-19 ya está en casa.
• Lea aquí el parte íntegro del MINSAP este 28 de abril