Comunicadores sociales debaten sobre sus retos en Ciego de Ávila

La presidenta de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales (ACCS), Rosa María Pérez Gutiérrez, estuvo al frente de la reunión con los miembros de Ciego de Ávila

Aumentar el número de miembros (actualmente 91), reactivar delegaciones municipales, lograr una participación masiva y constante en eventos de superación y, así, dominar con ciencia las redes sociales son los retos principales de la ACCS en Ciego de Ávila.

Esos puntos de análisis fueron, además, ideas centrales de un intercambio previo a la Asamblea provincial, fechada para abril, y el VII Congreso nacional de la organización, a realizarse en junio próximo.

Rosa María Pérez Gutiérrez, presidenta nacional de la ACCS, al inicio de su intervención, hizo hincapié en que es un deber estudiar e investigar el ejercicio de la profesión como campo profesional y no aplicarse a partir del empirismo.

Insistió en que dado el escenario actual es de sumo valor fortalecer conocimientos referentes a mercadotecnia y publicidad, ajustados, claro está, a las características únicas del sistema social del país.

Han de elevarse cuantitativa y cualitativamente la capacitación de los afiliados en aras de buscar niveles de optimización laboral en las empresas, instituciones y organizaciones.

La presidenta de la ACCS en la provincia, Noemí Milián Rosa, apuntó que el programa del Centro de Entrenamiento de la Comunicación cuenta con 68 cursos, pero golpeó en los últimos años las consecuencias de la COVID-19 y se mantiene, a veces, el desinterés de los directivos, a quienes se debe persuadir, educar y asesorar respecto a la relevancia actual de dicho perfil.

“No solo estrechar vínculos con la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez”, dijo Damián Betanzos Hernández, director del Centro de Entrenamiento de la Comunicación en el territorio, quien abogó directamente por la inserción en la casa de altos estudios de la carrera Comunicación Social, aunque sea primeramente en la modalidad por encuentro.

Los planteamientos precedentes respecto a la necesidad de un salto en el avance profesional ―argumentó Pérez Gutiérrez― conducen ineludiblemente a cuán significativa es hoy la imbricación cada vez más de la comunicación social con los procesos de cambios de la nación.

“¿Es legítima al 100 por ciento la imagen de Cuba expuesta en las redes sociales? No, por supuesto. Es a los comunicadores sociales a quien les corresponde crecer en cuanto a la eficacia del manejo de estas y a utilizarlas en pos de contrarrestar estratégicamente, sin manipulaciones, la guerra mediática contrarrevolucionaria, así como en la formación de valores humanistas”, concluyó.


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