Ciego de Ávila vs. COVID-19: una meseta… ¿y bajamos?

¿Estará la provincia viviendo el llamado período de meseta que antecede al descenso de la curva de contagios?

Cuando enero iba por el día 22, el tercer rebrote de COVID-19 en Ciego de Ávila nos alarmaba con 254 casos en apenas tres semanas y el laboratorio de biología molecular de Morón daba señales confusas. A la altura del mismo día, un mes después, febrero nos devuelve la alarma hecha añicos con 410 positivos y, otra vez, la incompatibilidad de los equipos y el reactivo.

Ayer en la reunión del Consejo de Defensa Provincial se informó que el laboratorio trabaja a media capacidad, pues no se ha logrado resolver los problemas de compatibilización entre el equipamiento y el compuesto químico que revela la presencia del virus. En consecuencia, se valora la posibilidad de enviar muestras a otras provincias ya que están pendientes más de 1500.

Precisamente el atraso y el alto número de muestras en proceso, sumado a la cantidad de exudados nasofaríngeos realizados todos los días, mantienen a la provincia con un aumento sostenido no solo de confirmados, sino de hospitalizados (sospechosos, contactos, viajeros internacionales), aunque de una quincena a otra los números descienden.

Al cierre del lunes 22, con los 27 casos autóctonos reportados, la provincia acumula 1774 desde el inicio de la epidemia; 870 en lo que va de año (el 49 por ciento).

Las autoridades sanitarias y gubernamentales del territorio consideran que atravesamos ahora el llamado período de meseta, en el que continuarán diagnosticándose casos en municipios como Ciego de Ávila y Morón, y se irá controlando paulatinamente el resto de la provincia, salvo que ocurran imprevistos. Es una meseta de cifras elevadas, debemos decir.

Si bien la tasa de incidencia acumulada de 60.92 por cada 100 000 habitantes es la más baja en los últimos 20 días, su disminución no es directamente proporcional a una mejoría epidemiológica sostenida ya que, como se ha visto, es un indicador muy frágil. Bastaría una trasmisión descontrolada o silenciosa en un conglomerado de población para revertir las estadísticas.

Es lo que ha pasado en algunos municipios, como Venezuela, donde el foco del Hogar de Ancianos ya acumula 23 positivos, la mitad del total de confirmados en este rebrote. Es decir, un control de foco, la trasmisión puertas adentro de una institución, cambió en apenas 10 días la situación sanitaria allí.

Veámoslo más en detalle. El 1ro de febrero, en Venezuela se contabilizaban solo cuatro casos. El día siete, eran nueve; el 10 se acumulaban 11 y el 12, cuando se abrió el foco del hogar de ancianos, 18. A partir de ahí las estadísticas se multiplicaron, hasta totalizar hoy 45 positivos.

Con los datos correspondientes a este martes, publicados mañana, podremos tener una mejor idea de si vivimos el período de meseta que antecede al descenso o si se trata de una pequeñísima pausa.

Los números de hoy

Confirmados del día: 28 (27 autóctonos y 1 importado.)
Confirmados acumulados: 1 774
Casos activos: 70
Viajeros en cuarentena: 38
Muestras enviadas en el día: 403
Muestras recibidas: 919
Muestras en proceso: 1592
Muestras Acumuladas: 127 264
Controles de foco activos: 68 comunitarios y 6 institucionales


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