Algunos elementos que explican por qué la epidemia no está vencida.
Finalmente llegó el lunes y ni las puertas de la ciudad se abrieron ni la epidemia de COVID-19 en Ciego de Ávila dio señales claras de remisión. Solo entre viernes y domingo se contabilizaron 15 nuevos casos que, aunque no significan un retroceso en sí mismos, nos mantienen a la espera de un cambio de fase que cada día se espera con más ansiedad.
Estamos de acuerdo en que son demasiadas jornadas de restricción, aunque para hacerle total honor a la verdad debemos decir que, en la práctica, el cierre es relativo y muy poroso. No obstante, la falta de transporte público, la suspensión de algunos servicios y esta sensación de encierro que caracterizan la Etapa de Trasmisión Autóctona van mellando las más recias voluntades.
Por qué no ha sido posible cambiar de Etapa y Fase, aun cumpliendo los indicadores globales definidos, ya lo hemos explicado. A riesgo de parecer repetitiva diré que sobre todo el evento de trasmisión de Canaleta está muy activo, y no muestra tendencias claras al control: de los 15 casos reportados entre viernes y domingo, 14 corresponden al centro penitenciario provincial.
Como decíamos el sábado, se abrió un control de foco en Ciro Redondo, luego del diagnóstico positivo del jugador de beisbol del equipo de Los Tigres. Hay muchas probabilidades de que de ese control se desprendan casos secundarios en el entorno familiar del joven, atendiendo a la alta contagiosidad que ha mostrado la enfermedad y el número de contactos (22) aislados.
Un segundo control de foco se abrió en Pasaje C, en la ciudad cabecera, lugar de residencia del caso importado reportado al cierre del 23 de octubre. Procedente de Panamá y cumpliendo con el nuevo protocolo, a este avileño se le tomó muestra de PCR y se controló en su área de Salud, de ahí que se hayan aislado cuatro contactos.
O sea, la “cosa” no está muuucho peor, pero tampoco toooodo lo mejor que quisiéramos y necesitamos. Especialmente porque el caso del pelotero rompe una tendencia que ya se había acentuado aquí en el último mes: todos los positivos tenían fuente de contagio determinada.
Este caso, sin embargo, enciende pequeñas alarmas en el municipio cabecera, en Ciro Redondo y un poquito más allá. La pregunta del millón de pesos es dónde se contagió el muchacho.
De esas incertidumbres, de no poder determinar una fuente de contagio demostrable, el rebrote ha tenido 24, el 3,8 por ciento de los 632 casos hasta el cierre del 25 de octubre.
Un indicador como este, que en Epidemiología se nombra Sin Nexo Epidemiológico, también podría explicar las complicaciones del municipio Ciego de Ávila pues, de los 24 casos, 11 son de la ciudad capital. Es decir, 11 contagiados con el SARS-CoV-2 aquí nunca pudieron conectarse a ningún foco, evento o caso anterior. Es la evidencia más rotunda, quizás, de que el virus podría estar circulando silenciosamente ahora mismo entre nosotros.
En total, siete de los 10 municipios avileños reportaron confirmados sin nexo epidemiológico en lo que va de rebrote, contra dos (Ciego de Ávila y Venezuela) en la primera temporada de la COVID-19. De hecho, los casos sin fuente de contagio definida de esta segunda vuelta son ocho veces los de la primera. Otro argumento para entender la intensidad de lo que estamos viviendo.
• Casos positivos sin nexo epidemiológico
Los números de hoy
Positivos (acumulado): 728
Positivos del Rebrote: 632
Focos: 2
Eventos: 2
Fallecidos (acumulados): 18
Fallecidos del Rebrote: 15
Altas clínicas (acumuladas): 667
Altas clínicas del rebrote: 574
Personas en Vigilancia en Atención Primaria de Salud: 2396
Personas en Vigilancia Centros de Aislamiento: 133 (Ceballos 8)
Personas en Vigilancia Sospechosos: 22
Personas en Vigilancia en los municipios: 0
Infecciones Respiratorias Agudas: 13 (7 consideraras sospechosas)