Buenas noticias, antídoto contra la COVID-19 en Ciego de Ávila

Este miércoles los avileños podemos empezar el día regodeándonos en dos buenas noticias en medio de un contexto epidemiológico que ya comienza a ceder: la efectividad de la vacuna Abdala está por encima del 90 por ciento en los municipios de Ciego de Ávila y de Morón, donde ya ha terminado la vacunación, y se plantea volver gradualmente a la normalidad servicios de Salud en ambos hospitales provinciales.

El primer dato lo ofreció José Ramón Artigas, metodólogo del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología en la reunión del Grupo Temporal de Trabajo para el Enfrentamiento a la COVID-19, luego de estudiar la incidencia de la enfermedad en dos cohortes de población, conformados por individuos vacunados y no vacunados.

“Los resultados en Morón arrojaron que en las personas con tres dosis la efectividad fue de un 96 por ciento, y 14 días después de un 97 por ciento. En el caso del municipio cabecera, quienes habían recibido los tres pinchazos mostraron una inmunidad de un 98 por ciento y, luego de 14 días, de un 99 por ciento.”

Con esto volvemos a confirmar que las vacunas protegen, incluso contra la cepa Delta, la de mayor transmisibilidad hasta el momento, y explica por qué después de un rebrote exponencial volvemos a estar en zona de éxito del corredor endémico de infecciones respiratorias agudas.

#Ahora Analizan situación epidemiológica de #CiegodeÁvila en el Grupo Temporal de Trabajo para el enfrentamiento a la...

Posted by Periódico Invasor on Tuesday, September 21, 2021

Otra de las conclusiones derivadas del estudio es que en lo adelante será más común la enfermedad asintomática o leve, por lo que es prioridad aumentar la vigilancia y garantizar la calidad de la pesquisa, porque se trata de personas que pueden transmitir el virus y aumentar los índices de transmisibilidad sin que apenas lo percibamos.

Sin embargo, con una letalidad que promedia cinco fallecidos diarios, una meseta que se mueve alrededor de los 200 casos positivos, y la inestabilidad de los indicadores epidemiológicos en el resto de los municipios de la provincia, bajar la guardia sería un error.

Esta fue la exhortación de Reynol García Moreiros, director de Salud en funciones, quien recalcó que, con excepción de Venezuela, Morón y el municipio cabecera, en el resto persiste la baja vigilancia, que se traduce en pocas muestras analizadas en los laboratorios, en el ingreso solo del 70 por ciento de los casos sospechosos, y en la falta de estudio y profundización en la encuesta epidemiológica y los controles de foco.

En igual “zona roja” se encuentra el completamiento de los recursos humanos en tres Consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia, dos en Majagua y uno en Bolivia; el Programa de Donaciones de Sangre que no cumple con lo planificado, sobre todo, en Venezuela, Baraguá, Ciro Redondo y Majagua, y la reactividad, asociada al dengue, la cual está en el orden del 40 por ciento e indica que dos epidemias van a coincidir en tiempo y espacio.

Con todo y eso, los pronósticos de los especialistas hasta el dos de octubre ilustran que la tendencia es a disminuir la incidencia de la COVID-19, lo cual se reforzará con el avance de la vacunación en edades pediátricas, y, en este sentido, se avanza con paso firme, tanto que ya rozamos el 85,8 por ciento de población vacunada.

A estas alturas, se insiste con los adolescentes y niños que todavía no acuden a recibir el inmunógeno, y en territorios como Bolivia y Florencia, por debajo de la media provincial.

De una cifra de 1 500 profesionales de la salud sin incorporarse al enfrentamiento al virus, ahora son 700 los que permanecen en casa, y se supone que las cifras disminuyan con la arrancada del curso escolar; por eso, dar seguimiento en lo adelante a las ausencias que deriven de certificados por enfermedades comunes, es una tarea que no permite dilaciones, en especial cuando se retiren los médicos que han prestado ayuda solidaria aquí.

Digamos que garantizar los recursos humanos será tan importante como devolverle vitalidad a los servicios de salud que estaban parados por la avalancha de casos positivos que obligó al sistema de salud a exprimirse.

Ahora que todo indica que se gana en control, Osvaldo Ondarza Vergara, subdirector de Asistencia Médica, explicó que se procederá a desmontar centros de aislamiento habilitados en diferentes planteles educacionales y a reordenar la disponibilidad de camas.

De este modo, se prevé dejar 382 camas para la atención a casos positivos y otras 731 para el resto de las patologías, en ambos hospitales provinciales. A su vez, para pacientes de alto riesgo se mantendrán capacidades en las facultades de Ciencias Médicas, en la Escuela Pedagógica Raúl Corrales y en el Hospital Psiquiátrico Nguyen Van Troi, mientras que los de mediano y bajo riesgo se ubicarán en el Hotel Ciego de Ávila, en la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, en Ceballos 8 y en Las cañas.

El Programa Materno Infantil continuará concentrado en el Antonio Luaces Iraola, y se planea retomar paulatinamente las consultas y servicios en el Roberto Rodríguez.

Hilar fino para que no haya retroceso, y mantener la máxima de que cualquier sintomatología inespecífica puede ser COVID-19, fue el llamado de las máximas autoridades de la provincia. Esto no se ha acabado, y extremar las medidas sanitarias y la vigilancia será necesario por mucho más tiempo.


Comentarios  
# Jeepero cubano 22-09-2021 16:14
Sería bueno también flexibilizar algo las medidas de reducción de movilidad no eliminarlas pero por ejemplo mover la hora para las seis o siete de la tarde y eliminar lo de las chapas pares e impares
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