Arnaldo Rodríguez: “estar y hacer algo”

Cuando los números son rojos en una provincia que apuesta por la vida a todo precio —y no es un eufemismo—, debemos releer el dolor como una oportunidad de cambio. Rojo es sinónimo de peligro, crisis, enfermedad, pero por alguna extraña razón de la semiótica, también nos habla de vida. Esta no es la entrevista de personalidad común, de lo que trata es de narrar cómo se gestó la ayuda solidaria para Ciego de Ávila a 421 kilómetros, desde La Habana. Arnaldo Rodríguez, músico, productor y director del Talismán, no nos habla ahora de su labor cultural, para eso habrá otro momento.

“Hace solo unos días meditaba: no puedo quedarme de brazos cruzados”, y en ese mismo minuto, como tiro de gracia, recibió un mensaje de la también avileña Yohanka Rodríguez Nuñez. “Arnaldo, ¿qué piensas hacer? Dale, yo te ayudo.” Tal vez porque Arnaldo ha sabido ganarse la confianza de la gente, no se da el lujo —como si pudiera— de quedarse quieto cuando Ciego de Ávila atraviesa su peor pico de contagios

Si algo nos ha salvado en estos meses ha sido la voluntad común, la solidaridad no como una palabra vacía de sentido, sino como la obligación y el derecho de ayudar, especialmente, en situaciones difíciles. De eso también saben “los nuestros” y del apoyo incondicional de quienes donan lo poquito que tienen.

“El proceso organizativo fue muy ágil y espontáneo. Luego del mensaje de Yohanka, nos movilizamos muy rápido. En ese momento decidí sumar al equipo de Mambo Producciones, que se encuentra trabajando durante este verano en el Habana Mambo Festival y cuenta con las energías de Tania Suárez, Lianet Ruiz y Bertha Elena.

yohankaCortesía de Mambo CubaYohanka Rodríguez Nuñez, una de las organizadoras de los donativos

Mientras algunos utilizan las redes sociales en Internet para generar un estado de caos y convocar a la violencia, otros ponen su corazón, o lo que es casi lo mismo, sus recursos, sus “puñaos” de cosas sencillas, y contribuyen, anónimamente, con las “dos o tres cosas que se tiene en casa”.

“La convocatoria la hicimos por esa vía —Facebook— y al instante tuvo efecto. Fue muy gratificante ver una respuesta inmediata. Creo que la voluntad ha sido el motor impulsor para lograr esta sencilla, pero alentadora ayuda.”

donacionCortesía de Mambo CubaMomentos de la clasificación y el embalaje de los insumos recolectados

Es por eso que la casa de Bertha Elena se convirtió en una suerte de puesto de mando donde se atendieron las llamadas de los cientos de capitalinos que “querían dar alguito”, cuenta Arnaldo. Aunque, detrás de la “respuesta inmediata” hay una vocación comunitaria que se articula y no es ajena al dolor. No fue posible realizar cada operación de clasificación sin dar las gracias “a las familias que iban a los puntos de recogida con cosas que les pueden faltar luego y no dudaron en darlo”. Lianet Ruiz comenta que “hubo quien fue primero, dejó su aporte y regresó al otro día con más. Otros llegaron como colectivos laborales a ofrecer lo recopilado”.

 donacionesCortesía de Mambo CubaMuestra de algunas de las donaciones que ofrecieron los capitalinos

Por si fuera poco, en menos de nueve días, luego de que el anuncio circulara en su perfil personal de Facebook, el 27 de julio, y miles de usuarios reaccionaran a la propuesta de “un talismán para Ciego de Ávila”, fue preciso ajustar todo lo posible para que personas imposibilitadas de moverse de una zona a otra pudieran ofrecer su aporte. De ahí que Tania Suárez tuviera que desvestirse de productora musical a personal de embalaje sin descanso de fin de semana y esas cajas se convirtieran en un verdadero “talismán”. Se enfrentaron a un gran desafío cuando el equipo de Mambo hizo suyas las palabras del “jefe” a “no dar la espalda a nuestra gente, menos ahora”.

No dar la espalda significó ausencia de sueño, preocupación por que todo saliera perfecto, llevar a punta de lápiz cada donación. Además de ser doblemente responsables porque muchas personas depositaron su confianza en ese gesto; estar siempre disponibles en lugares como el punto de recogida de La Casa de la Amistad, en el Vedado; el hogar de Yohanka, en el municipio de Playa; e incluso, en la misma casa de Arnaldo. Parece que la acción de ayudar es más contagiosa que el propio virus —por suerte—, y a los avileños residentes en la capital “se sumaron coterráneos y personas de otros países con la inquietud de ayudar”.

“La idea inicial fue recoger todo lo posible y enviarlo por la vía del Gobierno”, dice Arnaldo, sin advertir la alegría de un pueblo que no le da “visa a la ciudad”. “Ven a traerla—la donación—, es importante que tu pueblo te vea”, le dijo en una llamada el vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca, y no dudó en prepararse para, al otro día, enrumbar camino hacia la Ciudad de los Portales. No pudo quedarse en La Habana, aunque sospecho que tampoco quería. Sabe que hace varias jornadas en tierras avileñas se fiscalizan, controlan y orientan medidas por parte de la dirección del país para revertir la situación a causa de la COVID-19

“El llamado de Tapia fue un catalizador. Todos saben lo que significa él para la provincia”, dice con el orgullo de un avileño más. "Los estados de opinión sobre la gestión de la pandemia en el territorio, sobre todo en las comunidades, tanto físicos como virtuales, han encontrado atisbos de esperanza en que “los problemas se van enderezando.”

Con esta certeza, fue hasta el Hospital Provincial General Docente Doctor Antonio Luaces Iraola, donde más allá de entregar detergentes, pasta dental, mascarillas N95 y otros muchos insumos sanitarios, fue retribuido por el agradecimiento del personal médico, incluso, en las palabras del doctor Alberto Moronta Enrique, director de la institución, quien dijo que “sin dudas esta acción influirá en nuestro servicio”.

Entrega Arnaldo Rodríguez donación al Hospital Antonio Luaces Iraola de #CiegodeAvila #ACiegoDeAvilaPonleCorazon

Posted by Alejandro Companioni on Monday, August 9, 2021
 

Seríamos injustos si dijéramos que esta ha sido la única donación convocada por avileños para ayudar a solventar la situación pandémica. Invasor se ha hecho eco de transportistas privados que han puesto a disposición sus automóviles y de la valentía de estudiantes universitarios en centros de aislamiento. Hemos narrado cómo un medicamento “rarísimo” que alguien guardaba en casa fue donado a otra persona que lo necesita a través de un grupo de ayuda en Facebook. No somos ajenos a los comentarios propositivos en esta web ante la pregunta ¿Cómo ayudar al Hospital de Ciego de Ávila?, entre muchos otros ejemplos.

La solidaridad no se enarbola desde la distancia, atada de manos y ofreciendo remedios infértiles. O, peor aún, simulando una ayuda distante de la ética y la sinceridad. Arnaldo Rodríguez deja muy claro que “hay que estar en la caliente, donde están los problemas de verdad y hacer algo”.


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