Aroma, síncopa en clave de mujer

Cuando se habla de música popular en esta central provincia la mente traiciona y, rápidamente, los nombres a mencionar corresponden a orquestas de gran formato y conformadas por hombres en su mayoría. Por desgracia, en el ecosistema sonoro popular todavía pervive el sesgo de que la música se toca a “lo macho”. Pero, la agrupación Aroma viene siendo la excepción de esa regla en el territorio (junto al sexteto Identidad) y lo reafirma este octavo aniversario de permanencia, con “ires y venires”, en el municipio de Ciego de Ávila.

Precisa Lino Neira Betancourt, en su libro La percusión en los géneros musicales de Cuba (Ediciones Adagio, 2006), que “el sonido sincopado largo dura dos tiempos y comienza en tiempo débil del compás y se prolonga al tiempo fuerte”. Compleja estructura que nos puede explicar cómo Aroma ha sorteado la aventura de los comienzos, la presión de un mundo dominado por hombres, ejercer desde una provincia donde no siempre se tienen los espacios ni la promoción, o cómo hacer que te conozcan sí o sí.

Así de común con la terminología, Betzayda Velázquez Navarro, directora de la agrupación, pasó de clarinetista graduada de la Escuela Nacional de Arte a voz principal y a ejecutar el güiro —ese instrumento ninguneado, aunque es tempo de la base rítmica—. Lo que hoy es Aroma empezó por un juego de muchachas inquietas. ¡Bendito juego!

Hoy la agrupación Aroma está cumpliendo 8 años.Y quiero aprovechar para agradecer Y felicitar a todos los que de una...

Posted by Betzayda Velazquez Navarro on Sunday, September 5, 2021

A Lisandra Mesa, quien nunca había incursionado en “lo popular”, en buen argot, y a la propia Betzayda, se les ocurrió ensayar y arreglar algunos de los temas clásicos del repertorio nacional. Como reza el refrán, “una golondrina no hace verano”, a ese juego había que darle forma porque dos personas no podían asumir la clave. De ahí que empezaran a convocar a sus propias compañeras de escuela, tenían claro lo que querían: mujeres músicos.

Pero el juego se convirtió en cosa seria. Empezaron a buscar ayuda, de ahí que Felipe Rodríguez, Eliseo Simón, Severino Wilson y Sara Carrillo (recientemente fallecida), personas consagradas en el territrio, les extendieran la mano y aconsejaran sobre los entresijos de armar y hacer música cubana. Conformada la estructura de sexteto, las muchachas graduadas en varios instrumentos “clásicos” tenían que aprender cómo se toca el bongó con la fuerza y precisión que requiere “lo popular”, o hacer un tumba’o como va. Porque la academia enseña lo básico, pero la “calle” en la música cubana es “asignatura” optativa.

soy aroma

hola a todos los amigos de aroma,aqui les van 2 nuevos videos del dvd bebiendo de la fuente.gracias por sus comentarios.

Posted by Aroma on Saturday, November 18, 2017

Con las ganas, el estudio de varios meses y el deseo de hacer buena música, Betzayda es franca y dice que “desde que empezamos todo ha sido un reto”. Quien estudia música quiere vivir de ella, aunque no siempre es posible. Por eso buscaron profesionalizarse como agrupación, conseguir contratos en fiestas populares en los municipios y hacerse de un repertorio. A eso se suma la imposibilidad inmediata de comprar sus propios instrumentos, porque el sueldo de sus integrantes no alcanzaba y no es lo mismo pedir ayuda a instituciones cuando tienes un camino recorrido a cuando solo te reconocen como el “grupito de las muchachitas”, confiesa.

Pero a las imposibilidades siempre se responde con esfuerzo, esa es la máxima de esta orquesta que logró cumplir el sueño de presentarse en La Tropical, uno de los escenarios capitalinos más codiciados, ser invitadas a varios espacios donde se presentan altos exponentes del gremio en La Habana, y ser contratadas en hoteles como el Pullman o en el Festival Piña Colada.

Además, hace tres años lograron tener su espacio fijo en el Parque de la Ciudad, donde más personas de la cabecera provincial pueden disfrutar de la versatilidad, diversificación y el intento permanente de ofrecer entregas de calidad. Sin dudas uno de los motivos por los que forman parte del catálogo de la Empresa de la Música y de los Espectáculos, Musicávila, que ha asegurado su presencia en las fiestas populares de los 10 municipios avileños.

Betzayda, Agrupación AromaBetzaida se siente satisfecha con los logros alcanzados

Aunque la COVID-19 hace más de un año ha hecho que los contratos de trabajo cierren, por cuestiones obvias, y la plaza sea lo virtual en las redes sociales en Internet, la agrupación se ha esforzado por no perder el vínculo con el público a través de videos caseros, fotos de recuerdos en forma de tbt o nuevas canciones en homenaje a los médicos cubanos que luchan contra la pandemia en varias naciones.

Las propuestas sonoras se han enriquecido en este tiempo de confinamiento, en el que se ha mezclado la investigación con nuevos ritmos propios del ecosistema nacional, tal vez resultado de que Betzayda estudie en la filial camagüeyana del Instituto Superior de Arte. 

Digamos que, además, el repertorio se concilia en equipo y, en su mayoría, los temas corren a cargo de su esposo Alaín Hernández, porque, como bien se sabe, amor y música siempre ha sido un buen binomio. Las integrantes han sabido acoplarse a la idea original de su directora, entre fundadores y músicos nuevos, se completa siempre la nómina. 

La participación en la primera edición del Festival Al Son del Gallo, promovido por el moronero Andrés Hernández Font, y en La Habana por el recientemente fallecido Adalberto Álvarez, El Caballero del Son, fue una meta más cumplida.

En este punto, Aroma sabe que la música que se toca duro tiene la ternura de buscar el acorde perfecto entre calidad y devoción. Lo percutivo ajustarse al desafío del gusto del público —ya sea físico o virtual—, o la experimentación de varios géneros musicales de conjunto con los arreglos vocales. Nadie dijo que sería fácil, pero estos ocho años han demostrado que la música cubana, también, tiene voz y ritmo de mujer.


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