Como expresión del zumo que estos tiempos deben sacarle a cada instante, el abanderamiento de los 68 trabajadores que integran la delegación de Ciego de Ávila al XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, saltó los corchetes de ese formal momento para incursionar en reflexiones que adelantan la claridad con que el cónclave deberá enfocar asuntos trascendentales para el movimiento obrero.
El primero en propiciarlo de esa manera fue Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido y Secretario General de la CTC, quien no compartió el viejo estilo con que fueron formulados algunos planteamientos en breve informe ofrecido por el territorio.
Tal es el caso de la añeja preoucpaciòn por la mala calidad de los medios de protección. “Pero, ¿Qué empresa le ha presentado una reclamación al proveedor por daños y perjuicios?” —se peguntó Ulises, y añadió: ”Esa es una de las formas que tiene el sindicato para representar a los trabajadores en los términos de salud y seguridad del trabajo”.
El intercambio, al que también asistió Félix Duarte Ortega, miembro del Comité Central del Partido y su Primer Secretario en la provincia de Ciego de Ávila, abrió luz acerca de algo que debe acaparar atención en las sesiones finales del congreso: el correcto diseño y aplicación de sistemas de pago, la necesidad de avanzar más, de una vez, en la planificación, el vuelco que será preciso darles a las inversiones, los problemas que acarrea la inexistencia de un mercado mayorista para el acceso del sector no estatal, entre otros temas.
Sugirió dejar montado un sistema de trabajo para el seguimiento al plan, trimestralmente, “con los actores que lo materializan, con los que convierten esas cifras en valores, con quienes hacen posible la sustitución de importaciones, la generación de exportaciones y la creación de riquezas para el país”.
“Porque no puede ocurrir que se esté terminando un trimestre y haya quienes no sepan lo que se va a producir o que a esta altura haya quienes todavía no tienen desagregado el plan”, añadió.
Seguidamente explicó que el congreso tendrá lugar en una situación compleja desde el punto de vista económico y financiero, con un comportamiento del Producto Interno Bruto por debajo de lo previsto y con insuficiencias que obligan a producir con eficiencia y fortalecer la economía, como condición para poder asegura desarrollo y satisfacer mejor las necesidades de la población, que es propósito fundamental del modelo socialista que está construyendo Cuba.
Según trascendió previo al abanderamiento, el congreso se realizará del 20 al 24 de abril, en el Palacio de las Convenciones, con presencia de 1200 delegados, 100 invitados nacionales y participación de organizaciones sindicales extranjeras que han mantenido sólidos lazos de fraternidad con la CTC.
Si estamos atravesando por una situación compleja económica, ¿por qué no mandar a la cita 30 delegados en vez de 68?
¿Ya sacaste cuenta el gasto que implica para la provincia y el país la participación de todas estas personas durante los 5 días de congreso?
Ya lo veremos.
El gasto que se va a realizar en tres o cuatros de ellos, mejor debiera ser usado para premiar a los compañeros millonarios del corte mecanizado de la caña, que esos sí trabajan duro de verdad para aportar a la economía del país.
No es posible que a esta altura del partido vayamos a discutir orientaciones, estrategias, etc...que desde hace rato debieran estar siendo implementadas.
El país no se caerá ni por 2000 asistentes, pero la austeridad que tanto se predica queda en entredicho.
¿Acaso te crees dueño absoluto de la razón?
Lo más prudente y por ética de un periodista es que respetes la diversidad de opiniones, tal como lo hace nuestro Invasor.
Amalia.