El papa Francisco expresó este jueves en le Vaticano que el tráfico de seres humanos es un crimen contra la humanidad, el cual constituye una injustificable violación de la libertad y la dignidad de las víctimas.
En un discurso durante la jornada final de una conferencia internacional de cuatro días sobre la trata de personas, organizada por la Santa Sede, el sumo pontífice señaló que "la misma gravedad, por analogía, debe ser imputada a todos los atropellos de la libertad y dignidad de cada ser humano, sea un connacional o un extranjero".
Quien se mancha con este crimen, indicó, causa daño no sólo a los otros, sino a sí mismo y añadió que "cada uno de nosotros es creado para amar y proteger al prójimo".
Francisco apuntó que el tráfico de personas, en sus múltiples formas, es una herida "en el cuerpo de la humanidad contemporánea", como él mismo afirmó en otra intervención sobre este tema en 2014, al tiempo que calificó ese flagelo como "una plaga profunda en la humanidad de quien la sufre y la realiza".
De hecho, acotó, el tráfico desfigura la humanidad de la víctima, ofendiendo su libertad y dignidad. Pero, al mismo tiempo, deshumaniza a quienes lo realizan, negándoles el acceso a la "vida en abundancia" y "daña seriamente a la humanidad en su conjunto, destruyendo a la familia humana e incluso al Cuerpo de Cristo".
El objetivo del encuentro auspiciado por la Sección Migrantes y Refugiados del Departamento para el Servicio del Desarrollo Humano Integral fue "promover una comprensión más amplia y profunda" del problema y "contribuir a coordinar acciones dirigidas a erradicarlo", explicaron sus organizadores en una nota previa.