El 10 de febrero de 1878 fue firmado el tratado de paz concertado entre la máxima autoridad colonial española en Cuba, el General Arsenio Martínez Campos, y los representantes del Comité del Centro. Se frustraba de esta forma el intento independentista que había lanzado a la manigua a un pueblo que comenzaría a andar el camino de 30 años que resultaría en la cristalización de la Nación y la forja de tradiciones patrióticas. Una gesta que el propio Martí calificaría de “...epopeya, el alzamiento de todo un pueblo, el abandono voluntario de la riqueza, la abolición de la esclavitud en nuestro primer momento de libertad, el incendio de nuestras ciudades con nuestras propias manos...”. (3)
El Zanjón fue el resultado de variados factores que a lo largo de la lucha provocaron la fractura de la unidad revolucionaria en el seno de las filas cubanas. “La pelea de cuartón por donde la guerra se fue desmigajando, y comenzó a morir...”. (4)
El 10 de #Febrero de 1878 tuvo lugar en el Zanjón el pacto por el cual los hombres de 1868 que quedaban en armas, con excepción del general #AntonioMaceo, que protestó en Baraguá, pusieron fin a la #Guerra10Años. #TenemosMemoria @DiazCanelB @PresidenciaCuba @CubaMES pic.twitter.com/VFiFrSHUfC
— Universidad de las Ciencias Informáticas (@universidad_uci) February 10, 2021
Desde su llegada a la Isla, Martínez Campos concibió utilizar la presencia de factores que conspiraban contra la unidad del independentismo para impulsar su campaña de Pacificación. El siguiente fragmento, tomado del filme cubano Baraguá, recrea esta percepción del jefe español.
El regionalismo, la indisciplina y el caudillismo fueron ganando espacio a lo largo de 10 largos años de lucha hasta ponerle fin, más por los yerros propios que por el poderío militar de la metrópoli europea. “Y al cabo de 10 años aquella lucha heroica fue vencida no por las armas españolas, sino vencida por uno de los peores enemigos que tuvo siempre el proceso revolucionario cubano, vencida por las divisiones de los mismos cubanos, vencida por las discordias, vencida por el regionalismo, vencida por el caudillismo; es decir, ese enemigo —que también fue un elemento constante en el proceso revolucionario— dio al traste con aquella lucha” (5), expresó Fidel en discurso pronunciado en la conmemoración del Centenario del inicio de la gesta independentista.
Los pueblos sacan fuerzas de sus flaquezas y aprenden de los errores cometidos. El Pacto firmado en el Zanjón enseñó, de la forma más terrible, cuánto puede costar la falta de unidad. Lección esta que los cubanos jamás debemos olvidar.
La guerra, no obstante el Zanjón, duraría todavía el tiempo necesario para que emergiera, “con toda su fuerza y toda su extraordinaria talla, el personaje más representativo del pueblo, el personaje más representativo de Cuba en aquella guerra, venido de las filas más humildes del pueblo, que fue Antonio Maceo” (6); y aquella conciencia revolucionaria radicalizada, procedente del sector más humilde, protagonizó la Protesta de Baraguá, que estableció un modo de actuación para los patriotas cubanos de entonces y del porvenir, basado en la máxima de que los principios en los que uno cree y por los cuales se lucha, no se negocian.
• La Protesta de Baraguá, gloria pasada y presente.
Citas:
3 Vindicación de Cuba, carta de Martí enviada al periódico The Evening Post.
4 El General Gómez, Periódico Patria, 26 de agosto de 1893.
5 y 6 Discurso Conmemorativo por el Centenario del inicio de las luchas independentistas pronunciado por Fidel Castro Ruz el 10 de octubre de 1968.