El buen desempeño de los dos centrales en funcionamiento durante la presente zafra en la provincia de Ciego de Ávila ha dejado noticias halagüeñas para la economía nacional, que atraviesa difíciles condicionamientos ante el recrudecimiento del bloqueo de los Estados Unidos y los negativos efectos asociados a la propagación de la COVID-19.
Sin descuidar medidas sanitarias de enfrentamiento a la pandemia como el distanciamiento social, el uso del nasobuco y de los recipientes con agua clorada y jabonada para el lavado de las manos, el cumplimiento de los compromisos productivos del Primero de Enero: de 37 436 toneladas (t) de azúcar, y este fin de semana del central-refinería Ecuador, con un plan de 30 400 t, insuflan de motivaciones a ambos colectivos para dar un extra en lo que resta de campaña.
Cuando usted lea estas líneas al ingenio baragüense deben restarle horas para cumplir y rebasar el total de 30 400 t físicas del endulzante —sumando refino y crudo— establecidas en la actual zafra, pues al cierre de este jueves marchaba al 98 por ciento, solo restándole 594 t para el arribo a esa meta; cifras perfectamente asumibles por el ritmo en los volúmenes diarios producidos durante las últimas jornadas, como manifestara en comparecencia televisiva Carlos Luis Garrido Pérez, primer secretario del Comité Provincial del Partido.
La buena estabilidad en los indicadores fabriles hasta el cierre del 9 de abril hablan de la eficiencia con la cual se ha desarrollado la molienda, por ejemplo, el rendimiento industrial base 96 acumulaba en la provincia un 10,26 por ciento, lo cual representa el 108 por ciento de cumplimiento, traducido de la obtención de mayores cantidades del dulce grano con menores volúmenes de materia prima. Otro guarismo fundamental como el rendimiento potencial de la caña, registra valores que oscilan entre el 91 y el 92 por ciento.
Por otra parte, el plan de azúcar físico de la provincia —cifrado en 123 000 t— superaba el 64 por ciento de cumplimiento, numeritos que pudieran ser superiores de estar en funcionamiento la renovada maquinaria del central Ciro Redondo, el de mayor capacidad del territorio.
No obstante, existe garantía de materia prima suficiente para asumir tales obligaciones pues el estimado de caña se comporta el ocho por ciento por encima de lo previsto.
Los atrasos en la puesta a punto de la segunda caldera de la bioeléctrica han demorado la arrancada del Coloso del Centro, que se espera ocurra en el actual mes, dijo a Invasor Eduardo Larrosa Vázquez, director general de la Empresa Azucarera Ciego de Ávila.
“Ese ingenio debe entonces moler hasta que las condiciones meteorológicas del periodo, especialmente la lluvia, así lo permitan”, agregó el directivo.
Ante esta situación, los obreros de la industria violeteña no se quedan de brazos cruzados y solventan hasta la fecha más de 3 920 t de azúcar de la deuda de sus pares pinenses.
Los resultados del último corte emulativo sitúan al central Primero de Enero en el segundo lugar del país y al central-refinería Ecuador en el quinto, para así ubicar a la provincia avileña como tercera en resultados integrales, todo ello a pesar de moler con solo la mitad de sus industrias.