En verdad uno no sabe si afirmar que la noticia sea la victoria de Ciego de Ávila ante Camagüey 8x1, o los nueve ponches del tirador Kevin Soto en seis entradas, o si las ocho carreras con nueve imparables de los ganadores, después de tanta sequía ofensiva pudiera ser el titular, pero lo cierto es que los avileños se acercaron a un juego de Las Tunas tras los partidos de este sábado en la Serie Nacional de Béisbol Sub-23.
• Así comentó Invasor antes de la subserie
En el caso de quien escribe, prefiere darle protagonismo al despertar de los maderos locales en el estadio José Ramón Cepero, no solo por la fortaleza de varias conexiones, sino también por la oportunidad de la mayoría de ellas.
Alfredo Ramos y Manuel Martínez dispararon par de cohetes per cápita, mientras que Dairon Montalvo continuó con su buen paso y se apuntó uno en tres turnos oficiales al plato.
Lo de Kevin Soto en el box es para destacar. El muchacho del municipio de Ciro Redondo no solo dejó en un solo imparable a los agramontinos, sino que les recetó nueve ponches sin la sombra de un boleto.
Ahora su Promedio de Carreras Limpias (PCL) lo rebajó hasta 0,74, mientras que su WHIP es para respetar: 0,89, o lo que es lo mismo, se le embasa menos de un hombre por cada entrada de labor.
Un detalle para mayor asombro: esos mismos números, pero de manera colectiva, son también de otra galaxia: 0,77 y 0,88. No hay dudas de que fue muy bien trabajado ese cuerpo de serpentineros en el período de preparación. Agreguen algo que ratifica lo anterior: los lanzadores solo regalan 2,15 boletos por juego.
Mientras tanto, en el estadio Julio Antonio mella, Sancti Spíritus fabricó dos anotaciones en el inning inicial y con solo dos hits se impuso a Las Tunas 2x0, con faena monticular de Roberto Hernández, quien dejó a 13 hombres petrificados en la caja de bateo.
Ahora los de Dany Miranda aparecen a un juego completo de los Leñadores. Estas dos subseries concluirán este domingo, en los mismos escenarios, a partir de las dos de la tarde.