La anticipación es en el fútbol lo que la pegada en el boxeo, o el poder en el béisbol, y si esa definición es para el futsal, entonces el atributo se multiplica, porque es una disciplina en la que solo hay décimas de segundos para pensar. Anticiparse es una bendición.
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Y con ese concepto se resume el primer duelo de la fase semifinal del campeonato cubano, entre las escuadras de Ciego de Ávila y Habana en el tabloncillo de la sala Giraldo Córdova Cardín. Los capitalinos salieron airosos (5-1), no porque demostraran más virtudes con el balón que los avileños, sino porque casi siempre se adelantaron en las acciones.
Fue así que en el primer tiempo Yordanis Galán e Iduán Martínez, en los minutos nueve y diez, respectivamente, sentenciaron prácticamente el partido, porque, incluso, los visitantes tuvieron otras oportunidades que desaprovecharon en esa primera parte.
Tal vez hubiese sido justo un marcador parcial de 4-1 para ir al descanso, pues los anfitriones fallaron un penal, pero la iniciativa y los contragolpes de los giraldillos no fructificaron, unas veces por falta de puntería y otras por destacada labor de la zaga de los perdedores. Lo cierto es que dos o tres goles más no hubieran sido inmerecidos.
No obstante, en el segundo tiempo, se vio un resurgir de Los Tiburones. Es verdad que solo hubo una diana de Cristian González, en jugada bien elaborada, pero no hubo más porque Ariel Pérez tuvo que extremarse para impedir acercamientos en el pizarrón.
Iduán, en definitiva, anotó otros dos tantos y el quinto fue de Fernando Pedroso, ya a la altura del minuto 39. El marcador fue algo desproporcionado, pero, en sentido general, ambos equipos mostraron buen nivel técnico.
Esta fase semifinal se juega a dos vueltas, por lo que cada uno de los cuatro conjuntos tendrán que salir a la cancha en seis oportunidades. Los otros dos participantes son Granma y Pinar del Río. Con este último jugarán los avileños el venidero domingo, en calidad de anfitriones.