Ganarle una final a Industriales, lo más grande

Justo hoy se cumplen 11 años del primer título que obtuvieron los Tigres de Ciego de Ávila en Series Nacionales

Iniciaba la madrugada del 29 de mayo de 2012 y persistía el empate a tres carreras en la oncena entrada del quinto choque de la finalísima de la LI Serie Nacional de Béisbol entre Ciego de Ávila e Industriales. Máxima tensión habitaba, desde el box, a Julio Raizán Montesinos y a Ricardo Bordón en el cajón de bateo de un tumultuoso estadio José Ramón Cepero. En segunda base, Yorbis Borroto. Un out. La cuenta del árbitro: un strike, una bola. Montesinos realizó el windup. Bordón conectó un batazo al jardín derecho inalcanzable para Yoandry Urgellés. Entró Borroto. ¡Ciego de Ávila campeón!

Esa fue la secuencia final del primer título de Ciego de Ávila en series nacionales. Y arrebatárselo a Industriales, el equipo insignia de este deporte, el de los 12 títulos, el más controvertido, fue un añadido especial.

Más allá del palmarés de Industriales, Borroto ―que entonces tenía 27 años, acumulaba nueve temporadas y había disputado el oro el año anterior (vs. Pinar del Río)― sentía unos nervios que no por sospechables los conocía tal cual al iniciar la final: “Al estadio Latinoamericano asisten en un playoff 50 000 personas o más, por eso se nota la diferencia, porque es el más grande de Cuba y el público influye mucho en el atleta. A los habaneros les gusta desconcertarnos, y está bien, lo hacen para ayudar a su equipo”.

Isaac Martínez debutó en la campaña de 1993-1994 y formaba parte de esa generación avileña que se resistía a recoger los bates sin alzar el trofeo, porque lo había intentado sin éxito en nueve postemporadas previas. El Coloso del Cerro lo retaba por primera y última vez en una instancia así: “Yo nunca lo había visto lleno total. Eso me impactó mucho y, a la vez, me dio fortaleza para enfrentarlos. Uno también tiene que probarse a ese nivel”.

El bullicio de los aficionados, las cornetas, la música hacía vibrar el box, contó Vladimir García, el primer abridor de Ciego de Ávila, en el documental “El Tigre, nuevo rey de la selva”, dirigido por Julita Osendi y Randolph Medina.

 

Vladimir y el Latino completo trepidaron de verdad cuando, en el noveno inning, un estacazo de Carlos Tabares voló las cercas y pudo volcar el resultado si no hubiera sido porque salió de foul por menos de lo que mide un bate, posiblemente. Entonces, sería demasiado disparatado decir que, precisamente, en tal instante se decidía todo.

Después de la victoria por mínima diferencia (3-2) y de disminuir un tanto la frecuencia cardíaca, Ciego de Ávila se impuso 8-3 a Industriales en el mismo escenario, cual presagio de que la paridad de la final era quizás mayor en los análisis de la prensa que en el terreno.

Al 50 por ciento del objetivo cumplido, Ciego de Ávila llegaba al estadio José Ramón Cepero, donde se empezaba a cavar la tumba de los azules, premeditadamente.

Con el orgullo herido, Industriales sacó la casta y un triunfo en extrainning de 4-3, después de caérsele la bola al receptor Lisdey Díaz en un acto arriesgado y decisivamente triunfador de Juan Carlos Torriente por anotar. Después de estar debajo en el marcador 1-3 en el noveno, de repetirse el duelo entre Odrisamer Despaigne y Vladimir García y de días lluviosos que ponían música dramática de fondo y un suspenso demoledor.

ciego de avila campeon 5 1Miles de miles también colmaron el parque José Ramón Cepero

Frente a las cámaras de la televisión nacional, Vladimir García contó que el director, Roger Machado, les advirtió par de obviedades que no por serlas fueron banales: se ha perdido una batalla, pero no la guerra, y el playoff hay que ganarlo en Ciego de Ávila, porque si se regresa a La Habana va a ser más difícil.

Dicho y hecho. Ciego de Ávila salió al campo con fiereza desde el mismo primer turno: Raúl González despachó jonrón. El tercer bate Rusney Castillo desapareció dos veces la pelota e impulsó el doble de carreras, y Yorelvis Charles sumó cuatro jits, incluidos par de tubeyes, y remolcó tres en la victoria de 10 por 2.

Charles, como mánager de los Tigres en la actualidad, les regala con simplicidad las claves a sus jugadores de cómo enfrentar una postemporada: “Yo les digo que salgan a divertirse, aunque concentrados, dando siempre lo mejor de cada uno. Que corran fuerte, que sean agresivos, solo eso”.

Aunque una remontada azul parecía casi utópica, tampoco desistieron en el intento. Antonio Romero se paró en el box por ocho entradas en las que solo Yoelvis Fiss fue capaz de empujarle tres carreras. A Yander Guevara le conectó cuadrangular Yoandry Urgellés de dos e Irakli Chirino empató.

Fue Roger Machado quien le comentó a Yander Guevara que “se convirtiera en lanzador”. De seguro nunca estuvo tan acertado en un comentario. En esa noche épica, Yander tiró nada menos que 10.1 entradas, como si no hubiera otro día. Y sí que no lo hubo. Ricardo Bordón, Yorbis Borroto y Lázaro Santana ―que trabajó de relevista dos tercios y se adjudicó el triunfo― se encargaron.

ciego de avila campeon 11 2El público se lanzó al terreno del Cepero a celebrar con su equipo

“Son pocos los equipos que le han ganado una final a Industriales. Nosotros tuvimos el privilegio de hacerlo y eso representa un orgullo enorme. Es lo más grande que le ha pasado al béisbol avileño”, afirmó entonces Yander Guevara.

Isac Martínez recuerda que fue la única oportunidad en que “ganó Ciego puro, sin refuerzos”, mas no se atrevería Yander a catalogarlo tal cual, porque no estuvo dentro del terreno cuando los Tigres derrotaron en siete choques a los Piratas de la Isla en la Serie Nacional 54 ni tampoco en la campaña siguiente, en que tomaron revancha de los Vegueros de Pinar del Río.

En esas otras dos ocasiones, Yorbis Borroto sí tuvo el lujo de repetir en lo alto del podio. Reconoce que “la primera fue el motor impulsor de las demás y la que más se saboreó, porque pasamos de no tener nada a la gloria”.

La dimensión que le pondera Yorelvis Charles es cierto que está mediada por la subjetividad; no obstante, sin probabilidades casi de arrancarle razón: “Sin duda alguna en este territorio no ha ocurrido un suceso más importante para el deporte que haberle ganado una final a Industriales”.

* Este texto forma parte del ejercicio de culminación de estudios de la carrera de Periodismo del autor en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.


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