Apuntes luego del triunfo de Sancti Spíritus ante Ciego de Ávila en el III Campeonato Nacional de las Pequeñas Ligas
Siempre que veo caras de disgusto después de una derrota en un partido de béisbol, recuerdo la respuesta del desaparecido mentor avileño Mario Salas Inerarity, cuando le pregunté acerca del fracaso de su equipo en un memorable juego, allá por la década de los 90: “lo primero que aprendí en este deporte es que un equipo pierde y el otro gana. No hay empates. Y eso hay que saberlo antes de jugar”.
Parece una verdad de Perogrullo, pero no lo es. Eso hubiese querido decirles este domingo a los niños-peloteros y a sus padres tras caer Ciego de Ávila en la discusión del pase a octavos de final del III Campeonato Nacional de las Pequeñas Ligas de Béisbol. Me callé porque hay momentos en que el silencio es solidaridad.
Lo cierto es que el rival, Sancti Spíritus, fue mejor en lo deportivo y mereció regresar a casa entre el jolgorio de padres y peloteritos tras su convincente victoria por nocaut de 14x3 en cinco entradas. Se repusieron,¡y de qué forma!, los “gallitos” del Yayabo luego de caer en el primer duelo del programa doble el pasado sábado.
Mas, el amor y la pasión con que se jugaron estos tres choques deja el sabor de que se puede hacer más en la mayoría de los municipios del país para desarrollar con mayor frecuencia torneos de estas características, en los que los pequeñines no solo puedan demostrar sus aptitudes competitivas, sino que todos comprendamos por qué este deporte es Patrimonio Cultural de la nación.
Había que ver cómo en el pequeño graderío de la Escuela Provincial de Softbol los padres y amigos de los peloteritos se entregaban a la “gran competencia” de animar con todas sus fuerzas. Esta vez los espirituanos fueron los que, al final, disfrutaron mejor, sin embargo, una experiencia como esta es inolvidable para los que ganan y para los que pierden.
Es verdad, ganó Sancti Spíritus. Pero es verdad también la victoria de los que disfrutamos del espectáculo. ¡Que cierto aquello de que el béisbol se parece a la vida!