Un festival para Guillén: encuentros provechosos

El primer Festival Guillén entre nosotros abre sus puertas desde Morón, para celebrar los 120 años del natalicio del Poeta Nacional, y la belleza de su legado

El programa está lleno de conferencias, paneles, visitas, presentaciones… Y por mucho que la actividad varíe, parece más o menos lo mismo: un grupo de artistas, profesores, intelectuales, rememorando años de trabajo, poniéndose al día.

Lo decía Larry Morales, presidente de la filial avileña, a media mañana de este miércoles: 20 años de existencia en la provincia de la Fundación Nicolás Guillén, y ahora es que se celebra su primer festival.

Hasta Morón vinieron Enrique Pérez Díaz, escritor; Norma Gálvez Periut, directora de la editorial En Vivo; Denia García Ronda, profesora y directora académica de la Fundación; Orlando Hernández Jiménez, vicepresidente; Ileana Núñez Morales, comunicadora; y representantes de otras filiales provinciales e instituciones amigas.

¿El motivo? Celebrar el trabajo sostenido de la filial avileña, una de las seis que existen en todo el país, y muy activa.

Para el escritor Enrique Pérez Díaz, la obra literaria de Lina Leyva, miembro activa de la filial, es uno de los pilares que, junto al trabajo comunitario desarrollado por el proyecto Barcas de Cristal, incide en un tema que le preocupa y por el que milita: el de las infancias y adolescencias en un mundo en crisis.

Es que el trabajo comunitario y sociocultural como herramientas contra situaciones de riesgo y vulnerabilidad, o inequidades sociales, es parte fundamental de la misión que se ha trazado desde los inicios la Fundación, como una forma de preservar los valores de justicia social que predicaba el Poeta Nacional desde sus versos.

La ocasión fue propicia para agradecer, y así lo hicieron profesores universitarios y artistas avileños, por los espacios de intercambio, y de crecimiento cultural y espiritual, que se entretejen en Morón y desde la sede: Las Barcas de Cristal, Cuerda Rota, Estoy poniendo la hamaca, y, más recientemente, el proyecto Yambambó, alrededor de las integrantes de Famn Zetwual.

A lugares como el cabildo Yambambó, el Museo Caonabo y el Parque Humedal Grande se traslada el debate durante los tres días de festival, como un bosquejo sobre los proyectos más importantes para la vida espiritual de la ciudad.

El insigne locutor Arquímedes Romo fue recibido para presentar su recientemente editado libro de memorias Más allá de un sueño, para el que Norma Gálvez, directora de la editorial, no tiene más que elogios.

“La historia de la vida de Arquímedes es una novela, es la historia de Cuba, es la historia de Ciego de Ávila, es la historia de Morón. Cuenta parte de la historia de la radio en La Habana, y de la preparación de tantos profesionales de los medios en el país. Y lo cuenta como si fuera algo sencillo, como si no hubiera hecho nada”.

No es el único. El alma de los cayos salvajes, del ya fallecido Ibrahim Doblado, también vio la luz desde este festival, de la mano de Enrique Pérez Díaz; y los muchachos del taller literario que lleva su nombre no solo lo tienen ahora más cerca, sino que sembraron en el escritor una semilla, con la entrega del boletín que editan periódicamente para promover sus obras.

Según Larry, cada dos años se reiterará la cita, a partir de este octubre. Y solo queda esperar por que el sentimiento sea el mismo: Guillén ha dejado su legado en buenas manos.


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