Si el objetivo es ser condescendiente con los artistas que aceptaron venir hasta Ciego de Ávila para el Festival Piña Colada o valorar las presentaciones por ser simplemente una oportunidad para que el público disfrute en vivo de cualquier artista más o menos popular en el ámbito musical cubano, el discurso podría pecar, en ocasiones, de enaltecedor y poco crítico. De ahí que si miramos con un lente más pulido la penúltima noche de concierto en la Plaza Máximo Gómez, tengo que reconocer que no fue nada memorable.
Telmary y Habana Sana comenzaron su presentación, en la que destacó la imagen del grupo como uno de los elementos que aportó su granito de arena al espectáculo, pues la visualidad homogénea y colorida resaltó la presencia femenina e hizo alusión a la influencia afrocubana de la artista.
A pesar de que fueron interpretados temas conocidos por el público cómo Qué equivoca'o, y Fuerza Arará, canción que le da título a su último disco, el público, en pocas ocasiones, reaccionó a la complicidad de los ritmos timberos, un tanto jazzistas, afrocubanos. En escena fue imposible no ver un marcado halo de improvisación desordenada, sobre todo, en la parte donde los instrumentistas debían hacer los solos, que la mayoría fueron pobres en creatividad y el bajo, casi no quiso ni participar.
He tenido la oportunidad de disfrutar a Telmary en otros escenarios, en La Habana, donde cabe señalar que hay un público más numeroso que, incluso, se identifica con su estilo musical. Pero parece que en Ciego de Ávila y en un escenario de esas dimensiones, no cumple su cometido, su energía no llegó a la audiencia.
Luego subió al escenario Descemer Bueno, que si bien se ha merecido el reconocimiento como compositor a nivel internacional, sus cualidades vocales no están al mismo nivel que sus composiciones. Por suerte, en su presentación colaboraron dos vocalistas que salvaron un poco las distancias, sobre todo, Teresa Yanet Pérez, competidora de la tercera edición del programa televisivo Sonando en Cuba.
En este caso, sí hay que señalar que, a pesar de algunos impases organizativos, que demandaron de la improvisación de la agrupación y enfriaron el ambiente, el público disfrutó del show. Descemer le dio a los presentes una dosis bien suministrada de entretenimiento, pues el hombre adora las cámaras y a la mayoría del público le encanta filmar este tipo de presentaciones. Muchos fueron los privilegiados de contar con sus apasionadas interpretaciones en los selfies y de compartir esa vivencia, de manera casi instantánea, con familiares y amigos, a través del Internet por datos móviles.
Descemer bajó en tres ocasiones del escenario y camino la pasarela, momentos que incentivaron el entusiasmo y el disfrute del público. El artista supo suplir sus carencias y quienes acudieron en la noche de este sábado a disfrutar de su presentación, gracias a sus dos últimas canciones, Arenas de Soledad y Siete días, recordaron a Descemer aún en su mejor etapa.
La apreciación artística es subjetividad pura y cada quien triene una fotografía de lo vivido frente al fenómeno. Además, esa es la función del periodista, hurgar entre el disfrute y buscar lo que no estuvo bien, lo que pasa es que estamos totalmente huérfanos de crítica cultural penosamente en el país, lo cual no ocurre, por ejemplo, con el deporte.
En ningún momento demeritas lo valioso del certamen socialmente hablando. Simplementes señalas lo que a tu manera de ver no estuvo bien. Las verdades jamás son absolutas ni existe una sola verdad, sino muchas.
En este propio festival muchas veces fui criticado por sus organizadores y el público lo que a al señalar lo que a mi manera de ver debía mejorarse. Sigue así que esa, y no otra, es tu función como periodista. Saludos
existen artistas que por muchas razones no "brillan" lo mismo en una Plaza Abierta que en un centro nocturno cerrado, incluso con un publico que paga pues es admirador del Arte que se expondra .
Hay que Agradecer a todos los que Vinieron a trabajar al Piña y hay que reconocerlo ,pero el trabajo del periodista es hacer un analisis de lo que vio y sintio
brmh