Hace unos días que vio la luz en la Habana Vieja la exposición colectiva Núcleos, pensada por la avileña Celia Molina y la matancera Roxana Consuegra, amparada bajo la Beca de la Creación El reino de este mundo. Sobre el discurso propuesto y los avatares para materializarla conversa este diario con las curadoras.
Cuando Celia recorrió cientos de kilómetros al Este, con el título de Licenciada en Historia del Arte bajo el brazo, no sospechó que el primer premio altisonante de su carrera lo iba a recibir en casa y no en La Habana, donde estudió.
Porque los caminos, no solo del azar, sino de la vocación, son sinuosos, sucede que, en plena pandemia, la exposición colectiva Núcleos logró atraer a cientos de ojos, incluidos los de la Dirección Nacional de la Asociación Hermanos Saíz, que otorgaron a su proyecto curatorial la beca El reino de este mundo.
Dos curadoras, dos ciudades y 12 artistas fueron los ingredientes de Núcleos, y aunque el éxito es más fácil de identificar con el recibimiento de la Beca, Celia, desde Ciego de Ávila, y Roxana Consuegra, desde La Habana, estaban dispuestas a seguir sumando horas de viaje, de visita a los talleres de artistas, y de largas conversaciones por chat para que Núcleos se expusiera con más ganas que recursos.
“La beca nos la otorgaron a finales de diciembre, habíamos decidido que si no nos la entregaban íbamos a hacer el proyecto como fuera. Llevábamos mucho tiempo manejándolo y esperando que las condiciones del país mejoraran para hacerlo”, asegura Celia.
Pero de la idea a la beca hay un largo recorrido que Invasor intentó desentrañar. Lo primero es la elección de un tema como los antónimos arraigo y desarraigo, expresados como binomio —(des)arraigo—, que permitiera aglutinar varias obras de artes visuales.
Así es como lo entiende Núcleos: “El sentimiento de compatibilidad con un lugar, para nosotros arraigo, llega a formar parte indisoluble de nuestro ADN social, puesto que se manifiesta en acciones o expresiones; y el arte no escapa de ser otra de las vías mediante las cuales este sentimiento se convierte en código identitario de cada autor. No hablamos de nacionalidad, de pasaporte o de lugar de nacimiento. Nos referimos a sentimientos no permanentes, que evidencian nostalgia, compromiso, añoranza, e incluso, voluntad con ciertas cuestiones que marcan nuestro pasado y presente.”
El primer propósito era, según cuenta Roxana, proponer una temática que aglutinara varias manifestaciones, y contribuir con ello al evento insigne del arte joven avileño: la Jornada de Arte Contemporáneo. El virus hizo posible un empeño al que varios artistas se lanzaron sin pensarlo dos veces; pero la hornada de significados, empeños y compromiso que se coció al calor de la idea inicial siguió convenciendo a las curadoras de la necesidad de continuar.
Cuando se decidieron por mantener una exposición de artes visuales como proyecto, ya contaban con gran parte de la nómina de artistas, que creció con los meses de trabajo. La pertenencia de Celia a la Sección de Crítica e Investigación se dibujó como una oportunidad para presentarlo a la beca, y esta, a su vez, como la oportunidad de hacerlo realidad.
Aunque ambas tenían experiencia previa en curadurías, esta no dejó de sumar retos. “La experiencia siempre es enriquecedora. Los puntos de vista no necesariamente tienen que coincidir y ahí es donde está el mayor logro de la creación, en su capacidad de generar multiplicidad de lecturas desde la experiencia individual de cada uno.” Y en eso concuerda Celia con Roxana, cuando dice: “Éramos dos pensando, y las complicaciones que eso conlleva son múltiples, pero por suerte, ante todo, somos amigas. Gracias al ánimo que nos dábamos una a la otra, y a las ansias de concretar el proyecto, pudimos sacarlo adelante.”
• Un recuento de la temática de las obras.
No solo se ocuparon de la curaduría, sino también de la producción detrás de todo el proceso. Nombres como Rafael Martínez Monteagudo, Andrey Quintana Lamas, Arián Irsula, Raúl Castro, Memo, Enrique Wong, Reinier Nande, René Peña, Liesther Amador, Tamara Campo, Alejandra Oliva, Manuel Lugo y Sándor González Vilar, lograron que la propuesta hablara desde distintos lenguajes, y con discursos tejidos en diferentes generaciones de cubanos. Para mayor alegría, Eduardo Roca, Choco, se sumó después.
Modelado y diseño de Ana Murga y Ariel Rangel
La fotografía, la animación, la instalación y la pintura tejieron un recorrido bien pensado por las curadoras, que, incluso, fue creado de manera virtual. Esa es otra de las fortalezas de Núcleos: “Fue una alternativa que buscamos cuando vimos la inminente situación epidemiológica del país. Era lamentable que los interesados no pudieran ver la exposición, así que la llevamos a la web”, explica Roxana. El diseño y modelado en tres dimensiones de Ana Murga y Ariel Rangel lo hicieron posible.
Otra mirada a muestra NúcleosLa curadora Celia Molina nos acerca a las propuestas de la exposición #Núcleos, dedicada a la temática de la identidad y el arraigo. #ArteJovenCubano #ElArteNosUne
Posted by Asociación Hermanos Saíz on Thursday, January 14, 2021
Al final, el colectivo mostró una realidad: el (des)arraigo no es una preocupación personal salida de la mente de dos muchachas, es, según Celia, una preocupación colectiva a la que Núcleos se suma cuando es hora de “analizar el primero y defender el segundo”.
Exposición colectiva Núcleos. Artista Humberto MonteagudoCampo_Amor es el título de la pieza que presenta el artista Humberto Monteagudo en la exposición colectiva Núcleos, proyecto curatorial ganador de la beca de creación El Reino de este Mundo que otorga la Asociación Hermanos Saíz. Conoce detalles de la obra en voz de su autor: . . . . Realización: Yenys Laura Prieto . . . . #Audiovisual #Arte #ArteCubano #ArtistasCubanos #AHS #JovenesArtistas #Nucelos #ElCaimanRecomienda #ElCaimanBarbudo
Posted by El Caimán Barbudo on Thursday, January 14, 2021
La juventud se impone.
La vejez no es sinónimo de victoria.
Brmh