Un encuentro necesario con el vicepresidente de la Comisión de Educación, Cultura Ciencia Tecnología y Medio Ambiente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) tuvo lugar este viernes en la Uneac
En el salón del piano del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) ocurrió este viernes a media mañana, un encuentro con Miguel Enrique Charbonet Martell, vicepresidente de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, de la ANPP ante la presencia de artistas de esta organización y directivos del sistema de la cultura en el territorio.
Ante la imposibilidad de extender el intercambio, la charla se volvió apremiante y solo se pudieron hacer planteamientos de índole económica que tanto tienen preocupados a los artistas avileños.
Desde los impagos por actividades realizadas por músicos, bailarines, actores y locutores, con más de seis meses de antigüedad; hasta la necesidad de que se planifique mejor el dinero que se destina a la participación de escritores en la Feria Internacional del Libro de La Habana; fueron dos de los tres temas tratados a vuelo de águila y anotados por Miguel Enrique, para transmitir a la ANPP.
En una última intervención, el realizador audiovisual Jorge Luis Neyra planteó la preocupación de las maneras de ponerle esfuerzo, auspicio, y programación a eventos y espacios culturales que no lo ameritan ya sea por coyuntura social, o porque la situación del país no admite tener tanto despilfarro de recursos.
Neyra propuso llevar ese proceso de filtrado cultural desde las instituciones municipales, hasta las nacionales, con tal de que no se sigan perdiendo esfuerzos ni dinero en cuestiones artísticas que poco satisfacen las necesidades del pueblo y que tanto se alejan de las prioridades de la política cultural de la nación.
Participaron en el intercambio, además de la presidencia de la Uneac y de la Asociación Hermanos Saíz, trabajadores de la delegación Provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente Artex, Musicávila y Patrimonio, y la dirección provincial de Educación.
Muchos temas quedaron sobre el tintero en espera de que, en un próximo encuentro, se puedan ventilar. Urge ponerle coto al deterioro de muchas instalaciones de la cultura en esta ciudad de los portales, como el Museo de Artes Decorativas aún cerrado al público, y otras.

Apremia una programación de actividades para nuestro coliseo mayor que todavía dormita, inamovible, a pesar del esfuerzo que se hizo para rehabilitarlo.
Apresura concebir programaciones culturales para el pueblo y con el objetivo siempre humano de formar públicos que vuelvan a pensar, a discernir sobre la calidad de una obra de arte y que llene teatros o cines para disfrutar de verdaderos espectáculos y proyecciones audiovisuales de gran belleza.
Urge ponerle remedio a lo tardío que se ya se hace la creación del Centro Provincial de la Música de Concierto; acabar de solucionar con propuestas creativas y a la altura de estos tiempos, el déficit de mano de obra para ocupar plazas importantes en instituciones de la cultura que, además, tienen aún muy bajos salarios.
Los encuentros mensuales entre artistas y decisores, el acompañamiento de los organismos rectores, y otros temas, también apremian.
Siguen las urgencias, pero lo importante es que para el Estado cubano la cultura sigue siendo estandarte, escudo y espada. Lo realmente complicado, es aprender a emplearla contra todo lo dañino y destructivo, y que con ella se construya de una vez un mejor país.