Volvió la peña Ágape en los jardines de la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) avileña en un abrazo solidario con los damnificados del huracán Melissa.
Los jardines de la Uneac volvieron a ser el escenario ideal, casi obligatorio, para la peña musical que pretende y lo consigue conmover y abrazar al más necesitado: Ágape. En esta oportunidad sus anfitriones Oristela Pérez y Héctor Luis de Posada tuvieron a bien ofrecerle un abrazo virtual, simbólico, de apoyo humanista, a los damnificados del huracán Melissa.
Y el público, numeroso, supo responder de manera solidaria a este llamado y ovacionó a cada uno de los artistas que pasaron por el escenario, y ofrecieron palabras de amparo para la noble causa. Los girasoles, el incienso, las bombillas, los cordeles, las fotos históricas de un Silvio Rodríguez o la bandera cubana como rodeándolo todo, fueron los otros testigos silenciosos de una velada artística de impacto y belleza.
María Caridad Borroto luce sus excelentes interpretaciones con exquisito sentido del gusto
De esta manera, la peña no se queda en la simple contemplación de obras de arte del repertorio musical sino que, además, le aporta a la formación de públicos en una ciudad que necesita de mejores consumidores de cultura y espacios para educarlos.
Desde la estética y el buen gusto a la hora de armar el escenario; hasta la selección del programa a interpretar, el elenco, vestuario, maneras de actuar e interpretar; se pone de manifiesto la verdadera intención de una peña necesaria y que amerita sea tomada en cuenta para su salvaguarda, por parte de las instituciones de la cultura y todos a los cuales les interese el cuidado del patrimonio sonoro cubano y universal.
Desde que comenzara su ciclo de vida artística aquel jueves 16 de octubre, la peña va logrando una sistematicidad que también ofrece esperanzas para el público más exigente.
Con una estética de vanguardia, la cubanidad es un detallazo
En esta oportunidad, volvieron a brillar los cantantes a la altura de Luis Miguel Lago, Estrella Vergara, Dianet de Santa Escolástica y el dúo Renacer. María Caridad Borroto, una vez más, lució una de sus mejores interpretaciones al cantar Dos gardenias, desde la profundidad más cándida y con un dejo gitano colmado de tecnicismos y guarismas.
El artista visual Félix Zayas Sarabia también fue uno de los invitados de lujo y llenó todo el espacio con su estética vanguardista.
Por todo ello, en este espacio, caben las canciones más cubanas de Sindo Garay, Pablo Milanes, María Teresa Vera, además de las de Chico Buarque, Jorge Fandermole; e incluso, las de Manuel Alejandro o Armando Manzanero.
Es crucial, entonces, que Oristela y Héctor Luis preparen muy bien la cancionística a interpretar y hagan sugerencias intencionadas a sus invitados, para no perder de vista la calidad y el apego a las buenas canciones, esas que desde el humanismo más certero salvan o consuelan.