Lo apuntó el presidente del Consejo Provincial de las Artes Plásticas en Ciego de Ávila, Bárbaro Silvio Toranzo Gordillo, en las palabras del catálogo de la vigésimo novena edición del Salón de Artes Visuales Raúl Martínez: “Las propuestas admitidas mantienen presupuestos conceptuales que conservan en alguna medida técnicas y modos de ver que no nos resultan novedosas, salvo algunas obras que, dependiendo de la visión individual, varían en su concepción…”.
No es de mi interés demeritar las obras que integraron la muestra expositiva del salón. Muchos conocemos que este espacio sufre desde hace varias ediciones la decadencia de la creación artística en la provincia, sobre todo desde la clausura de las academias de arte de la enseñanza media, Raúl Corrales y Raúl Martínez. No obstante, considero que la labor de la prensa, para contribuir al realce del salón, está en señalar aquellos elementos que continúan haciendo notar el movimiento de las artes visuales en el territorio.
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En mi opinión, una excelente Mención, que no es Premio por el simple hecho de que la caricatura continúa viéndose menos privilegiada que otros géneros en el ámbito de las artes visuales.En la noche del sábado 26 de octubre se dieron a conocer las obras premiadas, veredicto del jurado que considero certero. Como menciones se seleccionaron las creaciones de Yasmany Rodríguez Alfaro, Osvaldo Gutiérrez Gómez y Mariam Alejandra Donis Arias. No pude evitar sentir cierta semejanza entre la obra de la última artista mencionada con The Deep, del norteamericano Jackson Pollock, realizada en 1953.
Esta similitud, encontrada mediante mi proceso perceptivo, es una feliz coincidencia, pues la obra de Pollock marcó un hito en el impresionismo abstracto; y en la obra de Donis Arias lo abstracto cobra vida y se acopla perfectamente con los presupuestos del conceptualismo. Entre el paisaje indefinido, creado partir de texturas visuales, se vislumbra una grieta, un atisbo del camino a seguir, ese horizonte que, aunque nos parezca inalcanzable, con solo divisarlo aumenta la esperanza.
Quise fotografiar al caricaturista Osvaldo Gutiérrez Gómez al lado de su obra, y no deja de sorprenderme con su extrema modestia, reflejada en sus palabras: “gracias, pero yo solo soy Mención”.
La obra de este artista es ingeniosamente sintética y comunicativa. La bandera es un símbolo de identidad respetado por todo ciudadano, pero su forma tangible no es lo sagrado, sino aquello que representa. La figura humana se aleja, parte hacia algún lugar, cabizbaja y meditabunda, como si esa no fuera su voluntad. No puede llevar su asta ni la tierra, pero se lleva su bandera; esté donde esté, su cubanía lo precede.
Milán evidencia un fragmento del proceso de creación; en mi opinión, uno de los más complejos, el de conceptualización, ese proceso que ocurre en la mente del artista, una y otra vez, hasta que desiste, conforma y comienza a concretar la idea. La mesa de trabajo se convierte en el escenario, cuyo telón lo conforman un boceto y sus herramientas de creación. El videoarte se inicia con un plano de la pieza terminada y, a medida que transcurre el material, ella misma se construye y se deconstruye. Una imagen simbólica de cómo es pensada la obra, que, para ser expuesta, debe abandonarse, e imponerse su culminación.
Humberto del Río también fue premiado por la obra Cronostasis, la cual denota su usual preocupación por el paso del tiempo o por la incapacidad del ser humano para manipularlo, reflejada en la experimentación visual con la imagen del reloj, como herramienta que permite medir esta dimensión.
El Gran Premio lo obtuvo Jeosviel Abstengo Chaviano, artista con una trayectoria de elevados resultados en el panorama de las artes visuales en el nivel nacional.
“El Papi”, como muchos nombramos cariñosamente a Jeosviel Abstengo, es un incansable devorador de conocimiento, que no cesa en su empeño por descubrir enriquecedoras fuentes de motivación para su obra. En este caso organizó una serie de Hot Map, como fue titulada la pieza, que propone una visión térmica a partir de los Bigdata de las Empresas Observatorias del Crimen, instauradas en lugares como Chicago, New York o Brooklyn, para monitorear los niveles de violencia.
La obra de Jeosviel Absteng siempre resulta atractiva en el plano del arte vinculado a la investigación.
Una obra para analizar, no para deleitarse con un impecable uso de la técnica. Como bien apuntó el teórico norteamericano Arthur Danto: “La belleza, para el arte, es una opción, no una condición necesaria”. El arte, en la contemporaneidad, necesita generar conocimiento y ahondar en cuestiones polémicas, no reproducir cánones estéticos perfectos ni hacer alarde de exquisita depuración mientras se encuentra desprovisto de un mínimo trasfondo conceptual.
Continúa, entonces, siendo una necesidad imperiosa la renovación del Salón Provincial Raúl Martínez. Es de vital importancia encontrar los mecanismos para motivar a los artistas y que el compromiso con la institución no se sienta obligatorio, sino una satisfacción profesional. Sin embargo, el primer plano es el agradecimiento eterno a esos creadores que no permiten que desaparezca la magia, para que, cada dos años, el público regrese al Centro de Arte en busca de lo mejor del talento avileño.
XXIX Salón Provincial " Raúl Martínez" Con los premiados: Yasmani Rodriguez Alfaro y Luis Enrique Milán éxitos siempre, colegas. . #artesvisuales #salónprovincial #jóvenesartistas
Posted by Ahs Ciego de Avila on Sunday, October 27, 2019