Águedo González Leal: una fiesta interior por la cocina cubana

La cocina, como las vocaciones que derivan del amor, fue una herencia de su abuela, quien, aun en una época donde el mando era de hombres, era chef de una fonda en Jatibonico.

En honor a ella, todos los pasos que dio en su vida le encaminaron hacia la profesionalización: su estancia en la Unión Soviética, su graduación como chef de cocina criolla, su trabajo en la cayería norte y su pertenencia a la Asociación Culinaria.

Hoy Águedo González Leal es padre de familia y vicepresidente de la Asociación Culinaria en Ciego de Ávila, pero, tras pocos segundos de conversar con él, se pudiera advertir que desde este 18 de octubre su misión principal es la de honrar a la cocina criolla cubana, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.

• En Ciego de Ávila la fecha se celebró así.

Aunque es merecedor del certificado Nitza Villapol otorgado por una sociedad anónima panameña del mismo nombre a los más experimentados chef de la Isla, y de la Medalla al Mérito Culinario, el  mayor lauro que otorga su asociación, Águedo no cree que su aporte sea mayor al que hace a la cocina cubana un cocinero de una escuela, un restaurante o un comedor obrero, o incluso las abuelas que tantas recetas suelen sacar de la manga y a las que él les debe esa pasión.

Con esa alegría como colofón, terminó hace pocos días el VII Festival Culinario Internacional, en La Habana, en el que junto a Elexis Pino Valdés y Osmani Arias Herrera representaron junto a Águedo Gonzáles la cocina avileña.

• Lea aquí la convocatoria del evento.

En medio del intercambio entre la cultura culinaria de 23 países, clases demostrativas y la exposición de la cocina artística en Cuba, el equipo avileño lanzó el proyecto Tallarte, dedicado a la talla de frutas, desarrollada por Osmani Arias. Tallarte se basa en agregar el deleite de los ojos y los sentimientos al del paladar, y se insera dentro de las ramas de las artes plásticas y culinarias al mismo tiempo, hecho que elogiaron artistas de la talla de Zaida del Río.

Plato, representaciónUna de las piezas presentadas, que representa el emblema del evento

Además, el evento sumó, a las conferencias impartidas, un bosquejo sobre las tradiciones culturales y culinarias de Ciego de Ávila, entre las que Águedo resaltó los platos del Carnaval Acuático, la ropa vieja avileña, la comida haitiana, y las torticas de Morón.

Pero el trabajo en aras de preservar y enriquecer ese arte en la provincia, es más amplio. Con ese fin la Asociación Culinaria ha publicado recientemente el libro Sabor Avileño, con la colaboración de Águedo, quien se dedica periódicamente a la asesoría en temas de cocina a diversas instituciones en el territorio.

• Invasor escribió acerca de Sabor Avileño.

Aunque se titula Chef Internacional, y es miembro federativo de la Asociación Culinaria, la cocina criolla lo distingue y apasiona, tanto en el trabajo como en casa. Especial atención le dedica a los platos típicos de su localidad.

Modernizar y popularizar esas tradiciones es la meta principal que se dibuja en el futuro de Águedo. Porque enumera tres alegrías en una misma fecha: la fundación de la Asociación Culinaria; la medalla de oro cubana en las Olimpiadas de Frankfurt 1984; y la declaración de la cocina criolla cubana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, todas el 18 de octubre.

ChefsLa gestora del taller culinario Cuba sabe, junto al equipo avileño de la Asociación Culinaria

Pero el verdadero tributo para él lo hacen miles de cubanos y cubanas todos los días, cuando alimentan a los hijos, o sorprenden a los clientes, cuando se llevan a cualquier parte del mundo los platos inconfundibles, y cuando perpetúan ese sabor cultivado por los años en la huerta, y aprendido de chinos, gallegos, canarios, haitianos, africanos, árabes y de casi medio mundo, en ese ajiaco del que Águedo seguro se imagina la receta cuando dice transculturación.


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