Sin rodeos (16 de enero de 2022)

Pestilencia dilatada en el tiempo

Desde hace más de siete años en la acera, frente a las viviendas 406 y 408 de la Calle Arnaldo Ramírez, entre Estrada y Caridad, persiste un hueco del que emanan las heces fecales y la orina de las viviendas, al punto que ese tramo es casi intransitable. Cuando corresponde el ciclo de agua en esa zona, se mezclan ambos fluidos en la reguera y corren calle abajo hasta el Hospital Provincial Dr. Antonio Luaces Iraola. Los vecinos han planteado esta situación en varias instancias, comenzando por la asamblea de rendición de cuentas del delegado a sus electores. “¿A quién corresponde darle solución a esta situación, si no se escuchan nuestros reclamos?”, preguntan los residentes.

Evacuados

Marjoirys Afrieskety Pérez Vargas, vecina en el Embarcadero, municipio de Morón, expresa en el perfil de Invasor en Facebook “soy madre de 4 hijos, uno cardiópata y dos alérgicos. Un derrumbe total (de vivienda) desde el año 2008 me mantiene evacuada en un consultorio (…) Refiere que a ella no ha llegado lo que ya se autorizó para las madres o tutores de tres o más hijos. ¿Quién responde por su situación de más de 13 años?

La penúltima estancia

Sin luces, con una puerta que se debe levantar para que abra. Sin agua corriente para lavarse las manos y una ventana por donde, a la vista, quien hace la limpieza tira los papeles usados. Con las tazas llenas de sarro. Así está el único baño que funciona en la funeraria El Clavel, de Ciego de Ávila. Entre otros signos de deterioro, hay ventiladores sin caretas, que no funcionan; y la puerta de la habitación donde se guardan los ataúdes yace recostada a la pared. ¿Será la COVID-19 la responsable?


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