Versiones sobre un hospital de Ciego de Ávila

El Hospital Provincial General Docente Doctor Antonio Luaces Iraola extrema medidas preventivas ante la complejidad epidemiológica del territorio y se mantiene libre de contagios hacia lo interno.

Cuando las barras de metal y la cinta adhesiva cerraron el paso ya el rumor había caminado bastante y las versiones sobre el Hospital Provincial General Docente Doctor Antonio Luaces Iraola hablaban de casos positivos a la COVID-19, maternas graves, un brote en Terapia Intensiva y controles de foco en varios servicios.

Es que esta instantánea es demasiado reciente en la memoria colectiva como para olvidarnos de la especulación y ceñirnos a los hechos, pero son estos, precisamente, los que corroboran un hospital en calma, tanto como se puede en medio de una pandemia, y que solo refuerza medidas preventivas en correspondencia con la complejidad epidemiológica de la provincia de Ciego de Ávila.

Lea otros detalles sobre la situación epidemiológica de Ciego de Ávila.

De ahí el dato de que en los últimos cinco meses solo 35 casos han establecido nexos epidemiológicos con este centro sin males mayores, y el hecho de que un paciente con sintomatología, identificado hace apenas 15 días en el servicio de Hemodiálisis, no generó cadenas de contagio hacia lo interno.

Albero Moronta Enrique, director del Luaces Iraola, explica que se mantienen medidas implementadas antes como la restricción del número de acompañantes y de las visitas, el pesquisaje entre los trabajadores, la aplicación de la encuesta epidemiológica a quienes se atienden en el servicio de Urgencias y Emergencias Médicas, y continúan los mensajeros como puntos de enlace importantes entre los familiares y quienes permanecen ingresados

“Se han habilitado varios sitios para la venta de meriendas y almuerzos dentro de la institución, a partir del apoyo de cinco unidades de la gastronomía. Con esto evitamos las entradas y salidas para comprar alimentos y el flujo innecesario por los pasillos.”

Tampoco hay salas habilitadas para el ingreso de casos respiratorios por lo difícil de garantizar el correcto flujo epidemiológico en un centro que es, ahora mismo, el único disponible para la atención médica de la provincia y donde solo responder a las necesidades del Programa Materno Infantil ha ocupado un 80 por ciento de las acciones en este lapso.

“Un paciente puede llegar con una patología y desarrollar luego síntomas respiratorios, ya sea por la estancia hospitalaria o porque haya estado incubando el virus. En estos casos el protocolo establecido indica una evaluación multifactorial para definir su estatus clínico e inmediatamente se traslada hacia Morón. Si esto no es posible se garantiza su aislamiento, chequeo con test de antígeno y PCR en función de minimizar el riesgo.”

Las estadísticas inventariadas en el TRIAJE, método universal que clasifica a los pacientes que llegan al servicio de Urgencias y Emergencias Médicas, demuestran que en el segundo rebrote, cuando en el hospital vivió un evento institucional de magnitud, los pacientes atendidos en 24 horas, como norma, no sobrepasaban los 20.

Sin embargo, en esta semana han sido más de 300 en un día, lo cual nos da la medida exacta de que se desaprovechan las potencialidades de los cinco policlínicos existentes en el municipio cabecera y que disminuir la carga asistencial en el Luaces Iraola es casi cuestión de vida o muerte, sobre todo, cuando se trata de problemas menores resolutivos en la Atención Primaria de Salud.

Hasta la fecha, el 92 por ciento de los trabajadores han recibido la primera dosis del candidato vacunal Abdala y se implementa la cuarta ronda de chequeo con prueba PCR. Además, se ha estratificado el nivel de riesgo desde cada puesto y a partir de aquí se definen los medios de protección de uso indispensable. 


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