Verano sin piedras en el río de Majagua

Las limitaciones hicieron mella, pero en este verano se sobrepuso la autogestión y el talento local para que la etapa estival que acaba de concluir fuera un éxito en Ciego de Ávila

Hay quien dice que el rostro de las personas de Majagua es el reflejo del río: alegría si corre como torrente, y tristeza si enseña el espinazo y no muestra la fuerza necesaria para saltar el dique de hormigón que represa sus aguas, como ha sucedido en reiteradas ocasiones.

Quiso la primavera que esta vez el torrente se mostrara límpido, alegre y anchuroso, y diera la oportunidad para que nativos y forasteros disfrutaran de sus aguas, como pocas veces había sucedido en los últimos tiempos.

Entre la sequía, la COVID-19 y la contaminación de la corriente, los pobladores del municipio, de la propia provincia de Ciego de Ávila y de otros territorios vecinos tardaron cinco años para volver a disfrutar de las bondades de la corriente.

Demasiada espera para visitar uno de los lugares de verano más emblemáticos del territorio, tanto que, este año, como en reiteradas ocasiones, fue la sede en la provincia del inicio de la etapa estival, que, si bien no cuenta con la bonanza de períodos anteriores, intentó llegar hasta el último rincón de la geografía avileña con opciones para toda la familia, diseño en el que desempeñaron un rol importante las potencialidades de cada territorio, los que debieron apelar, en lo fundamental, a su autogestión y el talento local, ese que sobra en municipios como Majagua, Florencia, Chambas y Bolivia, por solo citar algunos.

El Complejo recreativo La Playita lo conforman el restaurante, el bar, una pista para el baile y las áreas de baño, que muchos comparan con las pozas de agua dulce del río San Juan, en la más occidental de las provincias de Cuba, a lo que se agrega las cabañas de buen confort, que abren sus puertas, previa reservación por teléfono (33-39-94-65) o con la presencia del huésped en el propio lugar.

Convertido en Unidad Empresarial de Base (UEB) desde el primero de mayo de 2021, el Complejo ganó en autonomía a partir de esa fecha y ya no se siente atado a la Empresa de Comercio.

“Tenemos nuestra propia forma de gestión, más flexible, más autónoma al disponer de nuestro propio financiamiento, fruto del quehacer de 41 trabajadores, la mayoría mujeres”, afirma Mireya Marrero Martín, una muy bien plantada dirigente partidista que de un tiempo acá lleva las riendas de la UEB.

El Complejo funciona, casi, con precisión del reloj más exacto, coinciden varias personas interpeladas durante la visita, que se extendió por varias horas.

Limitaciones con la corriente eléctrica, y los altos precios de los productos expendidos por los vendedores por cuenta propia, más cierto grado de desabastecimiento pudieran ser causas de insatisfacciones, pero, se sabe, esas realidades no solo son exclusivas del lugar, del municipio o la provincia.

Dese La Habana llegó Emigdio Correa López, un estudiante de sexto año de Medicina para el disfrute del río, “el mejor de la provincia”, según dice. “Todos los veranos hago el tiempo necesario para venir hasta acá y disfrutar en unión de mis amistades”.

La familia Carmona Reina se dio un “brinquito” desde la vecina ciudad de Jatibonico, en la provincia de Sancti Spíritus, y suple los apagones con un chapuzón en el río, con la cerveza dispensada o con el disfrute del aire puro que llega desde el nordeste.

Uno cruza el río por el único puente colgante existente en la zona y llega al área de baño, donde cientos de personas disfrutan bajo la lupa escudriñadora del cuerpo de salvavidas, quienes también vigilan a quienes se introducen en una especie de tobogán criollo, tubo de 12 metros de largo y 600 milímetros de ancho, construido en Ciegoplast, y “nacido” allí por la ingeniosidad de los trabajadores en el afán de hacer un verano diferente y buscar alternativas que diviertan al visitante.

rio majaguaEl tobogán criollo, entre las opciones preferidas de quienes visitan el río

Nancy Rodríguez Sarmientos, recepcionista por más de 20 años en el mismo puesto de trabajo, asegura que el motel se ha mantenido al tope de las capacidades, pero el verdadero grado de asistencia al Complejo lo da el parqueo. “Si hay 10 o 12 ómnibus estacionados es buena señal. A esa cifra no llegamos, pero nos acercamos y eso nos alegra.”

“Si algo distingue a La Playita es la matiné del domingo, comenta. Actividades para los niños en el horario de la mañana y para los adultos en la tarde. Tratamos de conservar la mayor cantidad de abastecimiento para ese día.” Y lo corroboramos en reiteradas visitas.

No solo el río de Majagua es protagonista en el actual verano en Ciego de Ávila. Como novedad, Yankiel DJ y su proyecto Habana Team Cuba llegó a varios lugares de la provincia, con la producción de un gran espectáculo que, bajo el lema “Vamos con todo sin perder un día”, brindó música, más que en las principales plazas, en localidades distantes de las cabeceras municipales y eso alegró a un mayor número de personas.

Si algo caracterizó al verano en Ciego de Ávila es la amplitud de ofertas recreativas, que llegaron hasta las comunidades más intrincadas, con iniciativas como planes de la calle y competencias para quienes gusten del ejercicio físico; al mismo tiempo, las escuelas de zonas rurales, una vez recesadas las actividades docentes, abrieron sus puertas para el sano esparcimiento, de manera que la integración entre los diferentes organismos allanó el camino para el logro de un verano con oportunidades para todos los gustos y las edades.

 


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