No hay atracción mayor durante el verano, que una zambullida en el mar, y es que desde pequeños nos acostumbramos a visitar esos lugares de baño, con más o menos arena, poblados o no de pastos marinos, o con la presencia de los llamados dientes de perro.
Se dice que el archipiélago cubano cuenta con más de 200 playas caracterizadas según el ancho de su franja arenosa y sus fondos marinos, de las cuales más de 40 tienen la aprobación del turismo nacional e internacional, por la transparencia de las aguas y características del oleaje. Algunas son íntimas y acogedoras, otras peculiares y atractivas para la práctica de deportes acuáticos, pero todas únicas en su universo de luz, sonido y color.
Las playas y el mar han inspirado a poetas y escritores al despertar sensaciones diversas de calma o tormenta, de amor o soledad; de alegría y calma.
Todo listo, solo faltas tú
Este silencio, blanco, ilimitado, este silencio del mar tranquilo, inmóvil (Eliseo Diego)
Huele el mar y siente el cielo (Van Morrison)
El mar es un olvido, una canción, un labio; el mar es un amante, fiel respuesta al deseo (Luis Cernuda)
Está la playa muy linda / todo el mundo está en la playa (Martí)
Buscando el sol en la playa
Muy serena está la mar,//¡a los remos, remadores! ( Gil Vicente)
¡El mar amado, el mar apetecido,/ el mar, el mar, y no pensar nada…! (Manuel Machado)
...antes que el tiempo se acuñara en días,/ el mar, el siempre mar, ya estaba y era. (Borges)