Ante todo, le ofrezco disculpas. Primero debo aclararle tres cosas. Uno: lo que haré no debería hacerlo. Dos: dudo tantísimo que estas líneas las lleguen a publicar. Tres: en este instante no entiendo por qué cuelga enfrente de mi computador un título de Licenciado en Periodismo.
De seguro no entiende la razón del párrafo inicial; le explico de inmediato. Ayer me encargaron un fotorreportaje para hoy a primera hora sobre Florencia. Mi voz interna lanzó una pregunta a 99 millas, ¿qué tú sabes de Florencia? La respuesta fue un ponche tremendo: es un municipio de Ciego de Ávila.
Cuatro horas después, con la hoja en blanco y la mente ocupada en cómo escribir el fotorreportaje, recordé un viaje junto a unos amigos del preuniversitario a Boquerón; pero, ¿cuánto sumaría invitar a que visiten el lindo campismo de Florencia? Ni aunque estuviera en segundo grado aceptaría una oración tan simple.
Por supuesto, acudí a “San Google”. Tecleé en mi viejo “cacharro” lo básico: “municipio Florencia”. La conexión… Adivine qué apareció arribita: Wikipedia. Seguí y entré a un sitio más serio del cual no recuerdo el URL. Leí lo básico, que Florencia se ubica al noroeste de Ciego de Ávila, su relieve es montañoso, es reconocido por sus bellos paisajes…
Comprendo que si llegó hasta aquí perdió alrededor de un minuto en el que otra lectura hubiese sido superior y doblemente beneficiosa; mas lo convido a continuar con lo valioso en realidad, con las lomas y las tierras preñadas de tabaco en Florencia hecha postales, con el arte de Michel Guerra.
Todo comienza con una idea, la visión de un hombre
En Ciego de Ávila se sembrará en esta campaña más de 300 hectáreas de tabaco, afirmó Invasor con anterioridad
Además de los encantos naturales, la tierra es productiva
Campesino florenciano, ¡y a mucha honra!
Los brotes anuncian la felicidad en el semillero Jiquí de Florencia
Bajo riego 21 hectáreas de semillas que aportarán alrededor de 22,3 millones de posturas, datos de una investigación de la periodista Arletty White
En concordancia con mi torpeza “periodística”, le confieso que mi sesgo es también "agrícola"
El pie no guarda relación con la imagen; aprovecho únicamente para pedirle que, a pesar de mi chapuza, siga leyendo Invasor