En las profundidades de los deportes acuáticos

Por Arley Puyol Álvarez
La Academia de Deportes Acuáticos se precia de la natación, por su gran aporte al medallero de Ciego de Ávila en los más recientes juegos pioneriles y escolares a nivel nacional. Contrasta, en tanto, que desaparecieran la práctica del clavados, el polo acuático y la natación artística en dicho centro
Foto: Puyol

Saltos al vacío

Kelyn sentía cierto temor cuando subía a la plataforma para ejecutar un clavado. Si entraba al agua totalmente vertical, tocaba el fondo con las manos. A sus 10 años, la adrenalina del salto acrobático le valía el riesgo de cualquier lesión.

Por seguir a su hermano mayor, Kelyn Saleb Mosquera Morales se inscribió en la academia de deportes acuáticos cuando todavía estaba en preescolar. El primer día los profesores la lanzaron a la piscina para probar su flotabilidad y para que le perdiera el miedo al agua.

El resultado fue inverso. Faltó a la academia de deportes acuáticos por dos semanas. A su regreso, había una nueva entrenadora: Tania Yoiset Rodríguez Curbelo, con un palmarés significativo en la provincia de Camagüey.

“Kelyn tenía tremendo potencial para los clavados, condiciones físicas excelentes y talento”, dice mediante WhatsApp su entonces entrenadora. Desde las primeras competiciones nacionales pioneriles, Kelyn y Yoiset demostraron su calidad.

En 2017 ―recuerda Yoiset―, la provincia logró un hito para los clavados. Tras lustros de dominio camagüeyano, Ciego de Ávila le arrebató el primer lugar a nivel pioneril. Parte de ese éxito correspondió a Kelyn Saleb, con medallas de oro y plata incluidas.

Luego, subió al podio otras muchas veces en eventos de país. Las ejecuciones de sus saltos se volvieron más complejas; aumentaba la promesa de ser una deportista de élite. Debutó en los Juegos Escolares Nacionales fuera de categoría; es decir, era más joven que sus rivales. En esas instancias, igualmente, colgó de su cuello la presea áurea.

A la par suya, había un niño que demostraba capacidad para convertirse en el futuro en un clavadista líder dentro del equipo nacional: Sabiel Soto, ganador de oro, plata y bronce en Juegos Escolares Nacionales.

Sin embargo, los dos vieron tronchadas las esperanzas de avanzar en el deporte a medida que crecieron. Sus saltos en una piscina de 2.05 metros de profundidad suponían un alto riesgo, producto del impulso y el ángulo de la caída.

Para evitar accidentes de los noveles deportistas desde las plataformas de la academia lo ideal sería que la piscina tuviera más de tres metros de hondura. Según el diario español As (Clavados en los Juegos de Tokio: ¿qué profundidad tiene la piscina olímpica de saltos? - AS.com, la fosa debe ser de, mínimo, cinco metros en las competencias oficiales de primera categoría.

Invasor alertó esa problemática con tiempo de antelación, pues por la misma causa había abandonado Kelvin Daniel Velázquez, primer medallista de oro de los clavados de Ciego de Ávila, y otros practicantes con perspectivas de ser profesionales.

“Nos hacía falta una cama elástica para montar los clavados fuera del agua, nos hacía falta una piscina propia, nos hacían falta plataformas de más altura. Solo contábamos con dos, de uno y tres metros, y con un trampolín”, cuenta Kelyn.

El trampolín de un metro era profesional. Había llegado de Venezuela mediante el proyecto de desarrollo endógeno entre ese municipio y el país del cual toma el nombre. Después, fue cedido a la Academia de Deportes Acuáticos Julio Antonio Mella, en la ciudad de Ciego de Ávila.

Por otra parte, ninguna de las plataformas tenía las especificaciones ideales. Eran artefactos criollos, hechos por manos interesadas en el desarrollo del deporte, pero sin las cualidades requeridas.

natacion2Pastor BatistaAsí se formaban los clavadistas de Ciego de Ávila

Yoiset sentía suya la frustración de Kelyn. Sus historias tienen bastante agua en común. La camagüeyana comenzó también a muy temprana edad. Impreso en su memoria está el recuerdo de la primera vez que participó en una competencia pioneril: “Fue en abril de 1979, en la piscina José Martí, de La Habana. Quedé campeona”. Por problemas de salud, debió interrumpir la práctica del deporte en 1983.

Yoiset inició su andadura como profesora en 1992, en un combinado deportivo de Camagüey. Rápidamente, solicitaron su servicio en la Academia Provincial de Deportes Náuticos. Durante 15 años consecutivos fue reconocida “mejor entrenadora nacional”. Cumplió misiones de colaboración en Venezuela y México.

Posteriormente, continuos desencantos profesionales condujeron a su renuncia en la escuela camagüeyana, mas Yoiset era una adicta a la enseñanza de los clavados. En 2016, decidió ser entrenadora en Ciego de Ávila.

Llegó sin tener siquiera una casa. Vivió en la propia Academia de Deportes Acuáticos. “En mi cuartico solo cabía una mesita y una litera. Las atenciones conmigo fueron mínimas. Mi estancia era de mucho sacrificio. Los fines de semana viajaba a Camagüey para ver a mi mamá”, describe.

De lunes a viernes, su jornada empezaba a las 7:30 de la mañana y terminaba una vez que se ocultara el sol. Su matrícula era de 16 clavadistas, entre los del centro y los de la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar Marina Samuel Noble. Además, en horario extra entrenaba a niños de cuatro y cinco años para garantizar el relevo.

Solo con esa experiencia y determinación era posible extraer el oro de la piscina avileña. “A pesar de que en Ciego se fundó el clavados en 1992, no había nada de condiciones para lograr resultados. Por eso me gané el respeto de todos los entrenadores”, rememora.

Con un orgullo que traspasa el chat, relata que, hasta el mismísimo José Antonio Guerra Oliva, multimedallista mundial y bicampeón en Juegos Panamericanos, se preguntaba cómo hacía ella para superar a provincias con mejores instalaciones.

Por todos los medios, Yoiset debía impedir que su labor terminara estancada. La única alternativa posible era utilizar la cisterna que abastece a la piscina y comenzar la obra constructiva del tanque con las medidas estándares.

A favor, únicamente su fuerza de voluntad y que en Matanzas se hubiera concretado una iniciativa similar. En contra, una ola de adversidades, desde falta de recursos hasta desinterés por parte de los directivos en el territorio.

El actual director de Deportes de Ciego de Ávila, Yunier Valdivia Rodríguez, afirma que en planes de inversión siempre fue complicado ejecutar el tanque de los clavados. “Puede haber mucho deseo y que conceptualmente la idea del tanque fuera buena, pero no teníamos recursos ni economía”, expone.

Con el objetivo de validar su razón expone que era empezar una de estas acciones si estaba detenida la finalización de las gradas del estadio de béisbol José Ramón Cepero. Dicha construcción era entonces una promesa incumplida y hoy se levanta como un monumento a la incapacidad.

Gracias a la insistencia de Yoiset, fue un proyectista al centro y dio la primera orientación: es necesario destapar la cisterna. Para esa labor no contaría con herramientas, materiales ni apoyo de las instituciones deportivas. Se reunió con los padres de sus alumnos y entre todos llegaron al acuerdo de hacerlo.

“Comenzamos dando mandarria nosotros mismos y aquel concreto no aflojaba. Las losas servirían para el techo de unas aulas de la escuela y las de un gimnasio. Aunque más nadie quería, logramos que el proyecto fuera aceptado”, comenta Yoiset.

El periódico Jit publicó la noticia a finales de noviembre de 2019: “Ciego de Ávila tendrá su tanque de clavados”. Con la confirmación del entonces director de la Academia de Deportes Acuáticos, Fidel Banes Duany, el medio digital informó que el propio personal había encaminado las labores para darle valor de uso a la cisterna cercana a la piscina olímpica.

En una siguiente fase, se solicitaba financiamiento de la Dirección Provincial de Deportes para contratar brigadas de constructores. Valdivia Rodríguez comenta: “Se requería de una grúa, especialistas y un grupo de recursos que faltaron en aquel momento. Con tan poquito es difícil llegar a cada deporte, a cada academia”.

natacion3PuyolEsta es la cisterna que hubiese sido empleada como fosa de los clavados

Tal entidad rectora establece prioridades en correspondencia con el aporte del deporte a la tabla de posiciones dentro de los juegos multideportivos del país. El baloncesto y el hockey sobre césped, por citar un par de ejemplos, son dos de las disciplinas que más puntos suman a la provincia porque muchas veces obtienen lugares cimeros. Aunque en los clavados logró méritos en aquellos momentos, fueron insuficientes para concretar todas las aspiraciones.

“Si con pocas condiciones llegamos a tener resultados… Ciego de Ávila, en el cuatrienio de 2016 a 2020, estuvo entre las mejores cinco del país. Con el tanque, la provincia iba a sacar más prospectos. Nunca se concluyó porque a la Dirección Provincial de Deportes no le interesó”, finaliza Yoiset.

Para hundir por completo el proyecto, irrumpió la pandemia del coronavirus. La profesora volvió a Camagüey en la etapa de cuarentena. Así, desapareció la práctica de los clavados en Ciego de Ávila.

(Poner comilla) Tras su salida, la provincia quedó desprovista de fuerza calificada. Por su rigor técnico y demás especificidades, es un requisito indispensable que el profesor haya practicado la disciplina. Quienes pudieron relevarla emigraron del país. La intención de ser clavadista se ahogó definitivamente.

Polo acuático: Un chapuzón y ya

No han sido los clavados el único deporte que perdió la academia Julio Antonio Mella, de la ciudad de Ciego de Ávila. Del surgimiento del nuevo proyecto, en 2012, a la fecha, nada más se practica natación en el centro.

Hace 13 años, la escuela trazó una estrategia para impulsar cuatro disciplinas: clavados, natación, nado sincronizado y polo acuático. Fue esta última la primera en desaparecer. Por sus características era previsible tal acontecimiento.

Debido a su condición de deporte colectivo, la conformación de la matrícula de polo acuático es más compleja en comparación con el resto. Entre titulares y suplentes, un equipo lo componen 12 jugadores. Encontrar niñas y niños con interés y habilidades para la práctica nunca fue sencillo.

“Primero tienen que saber nadar, pero luego hay que cambiarles la técnica y enseñarles a trabajar con las piernas y a manejar el balón”, comenta el profesor Gelasio Álvarez Ramos sobre las dificultades para poder crear una cantera de waterpolistas.

Gelasio domina muy bien lo que habla. Fue titular en el torneo juvenil centroamericano de deportes acuáticos de 1981, celebrado en La Habana. Un año más tarde representó a la sociedad Dinamo en lides de países de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, escribió el radialista Alejandro Alvariño en Facebook.

Para la década del 2010, Gelasio acumulaba casi treinta años de trabajo como entrenador en su currículo. Más por experimentado que por waterpolista, supo ingeniárselas para crear una escuadra femenina. “Mi estrategia era embullar a quienes no les gustaba tanto la natación o no tenían muchas posibilidades de tener resultados en ese deporte”, dice con una sonrisa.

Su rostro vuelve a la seriedad al recordar que la táctica se desvaneció pronto. Tras culminar la enseñanza primaria, las alumnas debían ingresar en la Escuela de Iniciación Deportiva Marina Samuel Noble. Jamás hubo capacidad para ellas.

Gelasio poco conoce del paradero de cada una, pero está seguro de que ninguna es waterpolista. Él sí sigue en la piscina, ahora de profesor de natación, con el anhelo intacto de enseñar de nuevo cómo se anotan goles.

¿Volverá el arte a la piscina?

Durante su estancia, Gelasio vivió después la caída de los clavados y la natación artística. Simultáneamente, hubo par de motivos para cerrar esta disciplina: el éxodo de entrenadoras y la anulación de competiciones en últimas instancias.

“La fuerza técnica de la natación artística es muy… muy difícil encontrarla”, dice Ceida Ángela Foronda Pérez, profesora principal de la Academia de Deportes Acuáticos. Ceida lo afirma basada en su misma historia.

Ella compartió canchas de voleibol con Mercedes Pomares en eventos nacionales. Prestó sus servicios en la Escuela de Iniciación Deportiva como profesora de voleibol. Su formación metodológica avanzó al punto de decidir que entrenaría natación cuando surgió el nuevo proyecto de la academia. Desde luego, apre(he)ndió las características del nuevo deporte con entero empeño, se jubiló en 2024 y se recontrató.

entrenadora4PuyolDice Ceida que, paradójicamente, la natación fue de sus deportes más difíciles en la vida estudiantil

Ahora, entre sus tareas está devolverle vitalidad a la natación artística. Su acción inicial fue motivar a dos profesoras para retomar la práctica. “Es todo un proceso, pero queremos empezar cuanto antes con seis niñas para participar en los próximos Juegos Pioneriles. La natación artística avileña estuvo entre las tres primeras y hoy tenemos una alumna en el equipo nacional”.

Se refiere a Ana Carla González Morales, captada a los cinco años para la Academia de Deportes Acuáticos. Con sus destrezas deslumbró a los profesores de todo el país. A los 15 asistió a los Juegos Panamericanos Junior de Asunción 2025.

Nadar sin agua

“Yo quisiera representar a esta escuela como mismo lo hizo Anita”, dice Kelyn Saleb Mosquera Morales. Aunque nunca más pudo practicar clavados, a Kelyn nada le arrebató su ilusión de sirena. Actualmente, es uno de los prospectos más grandes de la natación avileña.

Kelyn tiene ahora 15 años y forma parte de la Escuela de Iniciación Deportiva de Ciego de Ávila. Está especializándose en los estilos pecho y mariposa.

“Son los más pesados. Muy pocas veces se ha visto una mariposista que nade pecho. A mí se me da bien. Todo el mundo se pregunta eso. En los cinco años que llevo en natación no he encontrado la respuesta”.

premiacion5Cortesía de la atletaVarios son los podios a los que ha subido Kelyn durante su corta carrera

Durante los pasados Juegos Escolares Nacionales, tuvo dos alegrías. La primera, la mayor, sentir nuevamente el sustico de lanzarse desde un trampolín. La segunda, la presea dorada en los 50 metros del estilo pecho.

La natación avileña obtuvo, además, cuatro de plata y 14 de bronce. Quinto lugar fue la ubicación final, por detrás de La Habana, Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus.

“La estrategia tomada a partir de 2013 produjo los resultados que tenemos hoy. Concebimos un proyecto de iniciación de trabajo con deportes acuáticos desde edades tempranas. La natación ascendió del lugar 13 al 9no, al 7mo y hemos llegado a estar en el podio de mejores provincias”, explica Ceida.

Brazada a brazada, los avileños finalizaron terceros en los Juegos Escolares Nacionales de 2022, al acumular 11 oros, 15 platas y ocho bronces, considerándose la actuación más sobresaliente del deporte en todos los tiempos.

El entonces director de la Academia de Deportes Acuáticos, Julio Rodríguez Sánchez, le recalcó a Invasor la participación del fondista Pedro Pablo Ruiz, “por derrotar a figuras del equipo Cuba”, de Jonathan Arias, Karen Cabrera y Maikol Rabí.

Tal avance de Ciego de Ávila era notable en la inserción de nadadores en la preselección cubana, como el mismo Maikol Rabí, Danne Rodríguez y Héctor Meneses. Actualmente, la provincia cuenta con dos figuras en la escuela nacional.

En los Juegos Escolares de 2025 nos vimos perjudicados, pues por decisiones económicas del país se eliminó una categoría de la competencia: 15 y más, que nos hubiera aportado otras medallas, plantea Ceida.

De forma general, Ciego de Ávila obtuvo bajas calificaciones en los mencionados Juegos Escolares. Las notas más sobresalientes las consiguieron el hockey sobre césped, el vóley de playa y el fútbol. A pesar de estos primeros lugares, la provincia acabó en el puesto trece.

A la profesora principal le preocupa la real posibilidad de descender más en la natación. Las problemáticas objetivas siguen in crescendo. Para atender a una matrícula de 60 estudiantes, la institución cuenta apenas con dos maestros fijos.

“En la Escuela de Iniciación Deportiva tenemos 32 atletas más. Según la relación de estudiantes, necesitaríamos ocho profesores”, añade Uniel Rodríguez Villanueva, comisionado provincial de la disciplina y maestro con contratos por horas. Si bien la modalidad de contratación ayuda a menguar el déficit, ha sido imposible completar el claustro.

De todas formas, Uniel insiste en mantener las puertas abiertas: “En enero, tratamos de insertar siempre a niños de preescolar. En los meses de mayo y junio hacemos las pruebas de captaciones para alumnos más grandes. Lo importante es que tengan buena flexibilidad, buena estatura, buena braza, flotabilidad, confianza en el agua”.

Este curso, no obstante, los procesos de la escuela han sufrido afectaciones. Al momento de publicar el reportaje, la piscina permanece vacía. Jamás ―alega Ceida― estuvo tanto tiempo sin agua. Dicho estado, por supuesto, afecta la preparación y efectuar la Copa “La Piña”. Tradicionalmente, este evento se convocaba para diciembre y servía de antesala de los Pioneriles y Escolares Nacionales.

Cuando el abasto de agua en la ciudad de Ciego de Ávila era cada tres o cuatro días, se requería más de un mes para llenar la piscina. Hoy, la realidad es crítica, los ciclos se extienden a nueve o más días. A diario son afectados decenas de miles de avileños a causa de la sequía hidrológica, los apagones y una infraestructura hidráulica deteriorada.

Por falta de cloro todavía no ha comenzado la larga carrera por llenar la piscina. Al no contar con reciclaje, es muy demandado este producto. En una libreta bastante maltratada por los años, el piscinero Osvel Vals Córdova tiene apuntado cuánto cloro recibió (8.60 toneladas) y cuándo fue la última vez (13 de julio).

Quizás, 8.60 toneladas parezca mucho y el 13 de julio parezca una fecha relativamente cercana. Ni lo uno ni lo otro, responde Osvel. Siempre que obtienen el líquido, el gasto es considerable solo para lo que él llama “quemar la piscina”, una técnica de limpieza extensa. El uso después es constante para evitar problemas de higiene y enfermedades.

“En comparación con otras provincias, la situación del cloro y el agua ha sido igual o mejor en estos años, a pesar de las conocidas dificultades. El cloro lo asignan a nivel nacional. Es la Ecinder (Empresa Comercializadora e Importadora del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación) la que lo otorga. Nosotros no tenemos pipas, no podemos hacer nada”, aclara Yunier Valdivia Rodríguez, director provincial de Deportes.

Lo que sí exige Ceida que pudiera hacer la máxima entidad es restaurar la marquetería del comedor y de la cocina, así como eliminar las filtraciones en aulas de la escuela. A la vez, financiar la pintura especial de la piscina y la reparación de los cajones de arrancada.

piscina6PuyolLa dejadez mella el desarrollo de la Academia de Deportes Acuáticos

A partir de su mandato este año, Yunier hizo hincapié en la imperiosa obligación de reparar la Escuela de Iniciación Deportiva Marina Samuel Noble. El precario estado constructivo de su gimnasio principal y de los albergues data de casi una década. Tales razones afectan a más de 300 estudiantes.

Realmente, el centro ha recibido mantenimientos a lo largo de los últimos años, sin ser suficiente todavía. La morosidad, han explicado los directivos, se debe a déficit de presupuesto e, incluso, por informalidades de las brigadas constructivas contratadas.

 

(Poner comilla) El paso del tiempo demuestra, también, una gestión fallida por parte de los directivos de Deportes, que han utilizado como escudo dicha situación para desatender otras instalaciones. A fin de cuentas, la mayoría permanecen en un estado desfavorable.

Al decir del directivo, las proyecciones inversionistas del 2026 se enfocarán también en las academias provinciales de boxeo y lucha. A mediados de 2023, el primer centro fue declarado en peligro de derrumbe por el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología. “Para Ciego y para el país la lucha tiene un significado especial. Ha estado rezagada últimamente, pero queremos recuperarla”, expone Valdivia Rodríguez.

Entonces, en contradicción con la propia política de la Dirección Provincial de Deportes de priorizar las condiciones de las disciplinas líderes, la Academia de Deportes Acuáticos Julio Antonio Mella no obtendrá grandes beneficios en 2026.

Mientras sus medallas sigan sin revertirse en inversiones, a los profesores y sus pupilos no les quedará de otra que zambullirse en el vacío y, como en el minicuento de Virgilio Piñera, aprender a nadar en seco.

piscina7Puyol

 


Escribir un comentario


Código de seguridad
Refrescar