Regresan a Ciego de Ávila médicos del Contingente Henry Reeve

Este lunes llegaron a suelo avileño los profesionales de la salud que se encontraban prestando servicios en el Principado de Andorra, más otro colaborador proveniente de Antigua y Barbuda. 

Con la satisfacción del deber cumplido y la alegría suficiente para rememorar la incertidumbre de los días más críticos del enfrentamiento a la COVID-19 fuera de nuestras fronteras, llegaron este lunes a suelo avileños cinco enfermeros que prestaron servicios en el Principado de Andorra y otro colaborador proveniente de Antigua y Barbuda.

Después de su recibimiento en La Habana y de los correspondientes 14 días de aislamiento las tensiones disminuyen. El sentirse en casa, poco a poco, les devuelve sosiego y el abrazo de la familia es consuelo e impulso para, desde esta línea, continuar con su aporte a la salud.

Así lo confirma Boris Luis Picayo, el chambero que se fue a Andorra con experiencia acumulada en Sierra Leona, y vio la muerte de cerca mientras trabajaba en una residencia para ancianos con cerca de 220 capacidades.

“Las jornadas de trabajo eran fuertes y teníamos que cumplir con todas las medidas sanitarias establecidas para evitar el contagio. Fueron días duros y de mucha conmoción, por ejemplo, nunca olvidaré la expresión de un paciente al decirme que si cada continente hubiese tenido un Che y un Fidel las cosas serían diferentes.”

Mairelis Jiménez Lismé, jefa de Colaboración Médica en la provincia, explicó que, hasta la fecha, 110 profesionales de la salud han integrado brigadas del Contingente Henry Reeve para brindar su apoyo en el enfrentamiento a la COVID-19, en 22 países del mundo, lo cual confirma la vocación de servicio de la medicina cubana y su afán por salvar vidas.

Según reportara el periódico Granma el pasado primero de julio, los integrantes de este grupo atendieron a 8 223 enfermos, realizaron 66 484 procederes de enfermería y salvaron 106 vidas.