Cada primer día del quinto mes del año lo confirma desde hace más de seis décadas. En la tierra de Martí, Maceo, Villena, Mella y Fidel no funciona aquello de divide y vencerás.
La lección fue bien aprendida, aunque fue necesario entender antes las causas de los fracasos. Ahora, desfilan niños y ancianos, mujeres y hombres, entrenadores y médicos, atletas y profesores…, apenas son un muestrario del haz de la unidad que se agiganta en el centro de la Isla, pese al obstinado cerco imperial que al recrudecerse pretende asfixiarnos.
Al menos por un instante, Ciego de Ávila es Cuba y Cuba es Ciego de Ávila. Y así se avistan réplicas en el horizonte. Porque vendrán otras celebraciones, y otras condenas a quienes pretenden apoderarse de nuestro destino.
Lo que un día pareció un milagro hoy se consolida. Crece. A no dudarlo, juntos tendremos que continuar la construcción del destino patrio, aunque para ello sea preciso sobrevolar entuertos, errores y pequeñeces.
Inician la marcha, dirigentes del país y la provincia
Espectáculo en las alturas, homenaje a Fidel y los trabajadores en #LatirAvileño
Imágenes indelebles del Comandante en Jefe surcaron el cielo, la “tropa del aire” las trajo a la tierra avileña
Redoble en la mañana, alegría y colorido por todas partes
Ilustración de la definición cubana de pueblo uniformado, siempre listo para la defensa
Los campeones del pedal, también lo son del patriotismo
El saludo traduce algo más que un gesto de cortesía
Manos y confianza en lo más alto
Te encarno patria, te llevo en las venas y con mi bandera desfile