Es una festividad marcada por una situación diferente, pero igual en su esencia de corazón latiente, incluido. Corren otros tiempos, las personas, las instituciones, la sociedad, la vida… se transforman. Los jóvenes y quienes peinamos canas no somos los mismos.
Las épocas cambian, pero lo que no deben hacerlo son los valores: el humanismo, la solidaridad, la lealtad, la combatividad, la generosidad…
Dificultades existen, mas, es el momento de crecernos, de que los Comités de Defensa de la Revolución lleguen casa a casa para generar la solidaridad entre vecinos para, desde lo individual, llegar a lo colectivo y pensar como país.
Es hora de rescatar la tradicional guardia cederista, la misma que antaño realizábamos. Muchas tareas y propósitos esenciales se mantienen. Las donaciones de sangre, que tantas vidas han salvado sin mediar pago alguno, son muestra de ello.
A Ramil el dolor de las personas no le es ajeno, este avileño, de 52 años de edad, acumula 100 donaciones, además de la...
Posted by Nidia Torres Hernández on Friday, September 27, 2019
Como no ha dejado de ocurrir en tantos años, el enemigo recrudece su cerco y nos toca empinarnos, como le pidiera Mariana Grajales a Marcos, el más pequeño de sus hijos, y librar nuestro combate.
Es una festividad en un contexto signado por carencias materiales, en cambio, abundante y vital. Con los recursos míos, los tuyos, los de los vecinos, esperamos el cumpleaños.
Cuando Fidel, el 28 de septiembre de 1960, expresó: “Vamos a establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva. Están jugando con el pueblo y no saben todavía quién es el pueblo; están jugando con el pueblo y no saben la tremenda fuerza revolucionaria que hay en el pueblo”, pensó, seguro, en que otras tantas batallas como aquella le tocaría librar a la organización que nacía.
Con aciertos y desaciertos, desbrozando las ramas interpuestas en el camino, venidas del árbol imperial en su intento de echar raíces por estos lares, corajuda y alegre, así anda la organización cederista a sus 59 años; anclada en los nuevos tiempos, los que corren, se llevan o traen satisfacciones, aunque igual en esencia y corazón, porque la defendemos los mismos.