Ciego de Ávila vs COVID-19: en zona de éxito para el canal endémico de las IRA

El segundo mes de epidemia en Ciego de Ávila ha dejado solo un saldo de 13 positivos, contra 80 en el primer mes. Tales cifras son consecuentes con el momento actual según el corredor endémico.

El día que el Doctor Eduardo Zalacain Petgrave me dijo que la provincia se mantenía en la zona de éxito del Canal Endémico de las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) debí poner cara de “¿en qué idioma está hablando?” porque, a continuación, añadió un “te explico”.

Traía en sus manos el gráfico del Corredor Endémico de IRA por semanas estadísticas, correspondientes a la serie cronológica 2012-2019 y el real para 2020 hasta la semana 20, que concluyó el 17 de mayo. Apuntó con el dedo e insistió: “estamos aquí”.

La curva de 2020 no solo caía en picada dentro de lo que los epidemiólogos denominan zona de éxito, sino que reflejaba valores mínimos. En los primeros días de mayo se calcularon unas 1800 atenciones médicas, una cifra inferior con respecto al año anterior. Esto, para un momento en el que, además de las infecciones respiratorias por influenzas, parainfluenzas y otros coronavirus, circula también el SARS-CoV-2, es un buen augurio.

Para Ciego de Ávila, según se aprecia en el corredor endémico de IRA que mostró el Doctor Zalacain, Subdirector de Epidemiología del Centro de Higiene, Epidemiología y Microbiología, el pico de contagio se dio en las semanas 13 y 14, justo a principios de abril cuando la provincia experimentó un crecimiento no solo en las infecciones respiratorias identificadas por la pesquisa y atendidas, sino de casos confirmados de COVID-19.

grafico corredor endemico Recordemos que el 7 de abril se reportaron 20 casos en un día, para acumular 51, y después continuó creciendo hasta 82, el 21 de abril. Como apuntamos ayer, el segundo mes de epidemia en Ciego de Ávila ha dejado solo un saldo de 13 positivos, contra 80 en el primer mes. Tales cifras son consecuentes con el momento actual según el corredor endémico.

Aun cuando el evento de trasmisión en Turiguanó continúa activo y ha sumado tres nuevos casos en los últimos 15 días, la incidencia del SARS-CoV-2 se ha concentrado solo en esa localidad y el resto de las IRA decrecen. Ayer se detectaron 42 personas con sintomatología y una fue considerada sospechosa.

Este comportamiento de las IRA concuerda con los datos históricos. Si miramos otra vez el gráfico podremos percatarnos de que a la altura de la semana 20 comienza un descenso en el contagio, que coincide con los meses más cálidos. Luego hay un repunte en la semana 36, cuando llega octubre y aumenta la probabilidad de lluvias y bajan un poco las temperaturas.

Lo confirma, asimismo, la Organización Panamericana de la Salud en su reporte de vigilancia para la Influenza en la semana 19: “en el Caribe la actividad de la influenza y otros virus respiratorios se mantuvo baja en la subregión”.

Los canales endémicos fueron descritos por primera vez en 1932, precisamente para estudiar la Influenza y, desde entonces, constituyen una representación gráfica de la incidencia actual sobre la incidencia histórica, que permite detectar a tiempo cifras anormalmente altas o bajas de casos de la enfermedad en estudio.

Es un modelo matemático-estadístico que se basa en el cálculo de la Mediana y los Cuartiles, mediante los cuales se generan gráficos a partir de la frecuencia del evento en estudio de, por lo menos, cinco años endémicos. En consecuencia, se determinan cuatro zonas: Éxito, Seguridad, Alerta y Epidemia.

Las zonas, a su vez, posibilitan estratificar mejor en qué momento aplicar acciones de control y mitigación de las epidemias para que sean más efectivas.

De vuelta al gráfico del Doctor Zalacain, el epidemiólogo recalca que esa caída en el número de casos de IRA reportados este año, en plena epidemia de la COVID-19, es resultado directo del cumplimiento de medidas como el uso del nasobuco, la desinfección de manos y superficies, el distanciamiento y el aislamiento social. La historia habría sido muy diferente si esas y otras indicaciones no se hubieran adoptado a tiempo.

La pertinencia de los canales endémicos como herramienta utilísima en el manejo de enfermedades infecciosas la reafirman otras estadísticas asociadas a la mortalidad en Cuba y Ciego de Ávila. De manera general, la Influenza y la Neumonía son la cuarta causa de muerte en el país, con 8071 y 8923 fallecidos en 2018 y 2019, respectivamente. Nótese el incremento de un año a otro.

Son, además, la tercera causa de muerte en los niños menores de cuatro años; la quinta en el rango de 5-14; la quinta en la población de 50 a 64 años; la cuarta para los mayores de 65 y la tercera para los ancianos de más de 80. Solo en 2019 fallecieron 4663 adultos mayores de 80 años, el 52,3 por ciento del total. No perdamos de vista cómo en los rangos etarios extremos aumenta la mortalidad por estos padecimientos.

De acuerdo con el Anuario Estadístico de Salud 2019, edición 2020, en 2019 fallecieron más hombres (4662) que mujeres (4261), una mortalidad por sexo parecida al comportamiento que va teniendo la mortalidad por COVID-19 en Cuba.

grafico mortalidad

En Ciego de Ávila, la Influenza y la Neumonía provocaron en 2019 461 fallecimientos y se convirtió en la cuarta causa de mortalidad, detrás de las enfermedades del corazón, tumores malignos y las enfermedades cerebrovasculares.

Los números de hoy

Al cierre del 25 de mayo la provincia no reportó nuevos confirmados al SARS-CoV-2 y se mantiene con un acumulado de 95, de ellos tres fallecidos y 88 recuperados, luego de que en la jornada de ayer recibiera el alta médica un paciente de Morón.

Se mantienen abiertos cuatro controles de foco, certificados por las instancias municipal y provincial. Asimismo, cuatro pacientes están hospitalizados, todos con evolución favorable.

Luego de que la inmensa mayoría de los estudiados en Turiguanó resultaran negativos al PCR-RT, la cifra de personas en vigilancia en sus áreas de salud volvió a disminuir, ahora a 226, mientras que en centros de aislamiento se controlan 40.

En la jornada del lunes se recibieron 523 resultados de laboratorio, todos población asintomática, fundamentalmente de la zona de trasmisión local.

Este martes se enviaron apenas cinco muestras, evidencia de que si no fuera por Turiguanó la provincia habría aplanado su curva 15 días atrás.


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