Uno de esos lugares que no se doblega ante el nuevo coronavirus es el Complejo Parque Zoológico de Ciego de Ávila.
Instalaciones, áreas, animales y trabajadores siguen ahí, aptos para volver a recibir niños, jóvenes y adultos mañana mismo si las condiciones así lo permitieran.
El reciente traslado de la jirafa macho Félix hacia el Zoológico Nacional (con fines reproductivos por ser el único ejemplar macho que queda vivo en Cuba) demuestra la vitalidad que mantiene la empresa encargada de esos parques.
Como fruto de los fraternales nexos que mantienen entre sí, el zoo avileño acaba de recibir un dromedario, una pareja de antílopes Eland del Cabo, un antílope Gran Kudú, un caballo para el proyecto de equinoterapia con niños discapacitados y un pequeño poni de raza pura, que debe cumplir aquí la misma misión que Félix allá en la capital cubana.
Para que usted no tenga que trasladarse hasta las áreas del zoológico, Invasor “pone en órbita” esta pequeña muestra de imágenes.
El cuidador Asiel Echemendía y el dromedario Ernesto han hecho ya magníficas relaciones
Aunque no haya público en directo, este pavo real se empeña en mostrar la belleza de su plumaje
Tras su llegada a Ciego de Ávila, esta pareja de antílopes siguen amándose igual o más
Llegado también del Zoológico Nacional, el caballo Crucero se adapta rápidamente a su nuevo hábitat
Rafael Mancebo suele darle su vueltecita a la cebra
Los trabajadores del zoo están conscientes del cariño que necesitan todos los animales
Desde lo alto, miles de niños admiraron a cocodrilos como este, antes de que irrumpiera el SARS-CoV-2
Hace apenas unos días, el colectivo del zoológico despidió al simpático Félix
Cuando retornemos a la normalidad, niñas y niños inundarán todos los espacios del zoo avileño