El ritmo pausado define la marcha por surcos y vaquerías. Imposible avanzar a mayor velocidad, por el momento. Se acumularon deficiencias que se empeñan en eliminar. Lo que está en juego va más allá de la palabra empeñada ante los organismos e instancias superiores, tiene que ver con el mayor compromiso, lo que el pueblo espera y necesita: la producción de alimentos en 132 cooperativas, en las cuales 12 845 socios de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap) enfrentan carencias materiales de todo tipo, sin obviar los errores humanos que también minan los caminos y los trillos del buen hacer.
Van despacio, sí, pero sin hacer paradas inútiles en el camino. Saben de las reservas que afloran como agua de manantial en Ciego de Ávila.
En el 2024, multiplicaron por tres los resultados económico-productivos en la cooperativa de crédito y servicios (CCS) Máximo Gómez. También en el polo productivo de La Cuba, los hombres y mujeres de la cooperativa de producción agropecuaria Paquito González, continúan siendo un referente para sus similares del país.
Entretanto, sus homólogos de la Jesús Menéndez, en Chambas, buscan alternativas ante la escasa actividad de la industria azucarera local, hacen parir a la tierra de otros modos, y en la minindustria El Placer, asociada a la CCS Reinaldo Maning, el ingenio del campesinado de Majagua hace posible que el melado de caña supla la carencia de azúcar a la hora de elaborar los jugos de frutas. Son los endulces que de una y mil formas demuestran cuánto se puede, si se quiere.
Este 17 de mayo, una avanzada —22 delegados y 4 invitados— se detiene en la capital. El XIII Congreso de la Anap, no es un respiro ni parada para el descanso, sino el momento idóneo para abonar el futuro, punto culminante de una etapa fecunda para el fortalecimiento orgánico.
El movimiento cooperativo y campesino del país pasa revista a su labor, absorbe nuevos aires. Y entre unos 400 delegados e invitados, la delegación de Ciego de Ávila sabe lo que le espera al regreso de este fin de semana: ajustar las cinchas, apretar el paso para emprender el galope que los lleve, otra vez, a situar a la Anap del territorio en la avanzada, entre las mejores provincias de Cuba.