El descenso en espiral de la producción azucarera en Cuba ha mostrado carices alarmantes en los últimos cinco años, con énfasis en la pasada zafra, en la que la Mayor de las Antillas registró cifras tan inferiores, que no se veían hacía más de un siglo.
Ante esta especie de “tocar fondo”, la dirección del país decidió adoptar un plan de 93 medidas encaminadas a salvar el estratégico sector de la economía, que pare el decrecimiento y devuelva el importante peso que ha tenido a lo largo de la historia en el desarrollo nacional.
Se exige entonces un cambio de mentalidad y capacitación de los directivos del sector para asumir la demandante tarea, en que la siembra de caña en cantidad y calidad reviste premisa fundamental para la obtención de azúcar y derivados.
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