Aumenta la cifra de mipymes aprobadas en Ciego de Ávila

La más reciente aprobación del Ministerio de Economía y Planificación aumentó a 37 las mipymes avileñas. En esta nota hacemos balance

Con la publicación en la página web del Ministerio de Economía y Planificación de un nuevo grupo de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), Ciego de Ávila tiene aprobados ya 37 de estos nuevos actores económicos, al cierre del 3 de marzo.

La nota del MEP destaca que, de las 92 nuevas incorporaciones, 89 son mipymes privadas y tres corresponden a cooperativas no agropecuarias. Ahora, en Cuba suman 2 269 los actores económicos aprobados desde que inició el proceso en septiembre de 2021. De las mipymes, 2 188 son privadas, 49 estatales, y 32 son cooperativas.

La lista local, inaugurada aquí por Agroindustrial Media Luna, reúne en la actualidad a un grupo variopinto de empresarios en las más disímiles ramas de la producción y los servicios; desde actividades vinculadas a la construcción y reparación de inmuebles hasta la confección de prendas textiles.

Precisamente los emprendimientos especializados en servicios de construcción son los más representados, con 11. Concentrados entre Ciego de Ávila y Morón, en principio plantean un desbalance territorial en cuanto a la capacidad constructiva en los municipios, pero la ley prevé que las mipymes “cubran terreno”, tal cual lo haría el resto del tejido empresarial estatal.

En orden descendente siguen las dedicadas a producir alimentos (cinco), encabezadas por dos pesos pesados como Media Luna y La Ceiba, la primera con probada capacidad exportadora en 2021. También en ese grupo está Carne D´Tres, constituida inicialmente como proyecto de desarrollo local y en el que, de cierta manera, están cifradas muchas esperanzas.

Si la mediana empresa logra producir las toneladas de carne previstas mediante el esquema que se ha propuesto, abriría el camino a otras y podría comenzar a recuperarse la producción porcina en Ciego de Ávila que, el año pasado, tocó fondo. Tal cual apunta la colega Katia Siberia, en 2022 vamos con menos carne y más problemas.

Para ocupar los nichos de mercado que hoy no cubre la Empresa de Muebles Lídex ni los productores individuales, y para hacerles competencia, ya están registradas tres pequeñas empresas avileñas: Unimuebles, Nexos y Muebles Amanda. Otras tres se especializan en servicios gastronómicos, entre ellas El Pino Atrevido, una de las dos mipymes lideradas por una mujer, Idilexy Morales Fajardo.

• Típico: más allá del calificativo para una mipyme en Ciego de Ávila

A finales de febrero, la titular del restaurante dijo a la prensa que “luego de 11 años de servicios, la paladar asume el reto de escalar, proyectarse hacia mayores posibilidades”.

La otra fémina al frente de un negocio privado reconocido como sociedad de responsabilidad limitada es Viglietti Cardoso Pérez. Su microempresa Paramar confeccionará y comercializará prendas textiles.

Para el economista Henry Colina Hernández, profesor asistente en la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana, uno de los retos del emprendimiento en Cuba es “insistir en la promoción de empresas y proyectos que contribuyan a cerrar brechas detectadas por múltiples investigaciones de las ciencias sociales. Esto se evidencia tanto en la mayoritaria titularidad masculina de los proyectos presentados, como en su localización territorial o sesgos aun presentes de discriminación por color de la piel”.

La localización territorial señalada por el académico es relevante en Ciego de Ávila. De las 37 mipymes, 19 están ubicadas en la cabecera provincial, siete en Chambas y seis en Morón. Así, las tres localidades de mayor población y desarrollo se consolidan como las de mayor cantidad de este tipo de nuevos actores económicos, aunque la diferencia entre el municipio capital y los otros dos es significativa.

Otros cuatro territorios tienen al menos uno de estos negocios privados, mientras que Baraguá, Primero de Enero y Bolivia todavía no cuentan con ninguno.

La recomendación del experto, relacionada con la necesidad de diseñar incentivos desde el gobierno central o a nivel local, para reducir brechas de territorialidad, género y sectores de la economía, debía seguirse al pie de la letra, para evitar reproducir las inequidades que produjo el desigual desarrollo de los territorios.