Crear ConciencIA

El uso de programas de inteligencia artificial (IA) generativa como ChatGPT, Gemini o DeepSeek para resolver problemas, realizar tareas u otros trabajos investigativos orientados por profesores en las aulas es una tendencia que ha ganado auge entre los jóvenes en los últimos tiempos; lo cual representa un gran reto para el sector académico.

Si bien en nuestro país se ha impulsado el uso de las nuevas tecnologías en la enseñanza, su uso indiscriminado y excesivo puede traer consecuencias negativas en los estudiantes.

Ya sea por terminar más rápido, ahorrarse las largas horas leyendo, estudiando, investigando o por no “romperse” la cabeza pensando, lo cierto es que hoy en día muchos jóvenes escogen la opción más fácil, pedirle a una máquina que lo haga por ellos.

Esto puede llevar a que el educando desarrolle una dependencia tecnológica, inhibiendo su capacidad de desarrollar habilidades básicas como la comprensión lectora, los cálculos mentales, el pensamiento crítico, la capacidad de resolver problemas por sí solos, de dudar de la información que se le brinda, la cual puede estar condicionada por los sesgos o la desinformación codificados en estos sistemas, y rebatirla; de crear y reflexionar por sí mismo.

Unido a ello está la “normalización” de malas prácticas como el plagio, al hacer suyos los resultados de las investigaciones de otros, sin declararlo. Lo que, a la larga, pudiera derivar en otro gran problema, los valores éticos y la integridad moral de ese futuro profesional que se está formando.

En Cuba ya se han incorporado las herramientas de inteligencia artificial al proceso de enseñanza-aprendizaje en el sistema educativo cubano. Así lo dio a conocer, en la Revista Informativa del Canal Caribe, Rafael Quetglas Pérez, especialista en Informática e Inteligencia Artificial del proyecto Gestión científica en el desarrollo educativo, local y comunitario, de La Lisa, en La Habana, proyecto institucional del Ministerio de Educación. El uso de Duolingo para el aprendizaje del idioma inglés, Freepik para crear contenidos de video, Leonardo para generar imágenes,  entre otras, ya se han integrado en las aulas cubanas y han contribuido a diversificar las formas de enseñanza, a la motivación de los estudiantes, y a captar su interés.

Sin embargo, han emergido estas otras prácticas que atentan contra la capacidad natural y cognitiva de aprender. “La tecnología es solo una herramienta. Para conseguir que los niños trabajen juntos y motivarles, el profesor es los más importante”, dijo Bill Gattes, cofundador de Microsoft.Y cuánta razón tiene.

Toca al educador recibir la capacitación necesaria para saber cómo integrar la inteligencia artificial de manera eficiente y ética a los procesos educativos; y también orientar sobre sus malos usos. Tarea de la que tampoco quedan exentos los padres, como principales supervisores y responsables de la educación de sus hijos.

La integración familia-escuela será fundamental para promover un uso responsable de la tecnología. Para hacer entender que es solo una herramienta para mejorar nuestros procesos productivos. Que no podemos delegarle a una máquina deberes que nos tocan como seres humanos pensantes. Toca crear conciencIA.

 


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